Apertura del jubileo de Santa Teresa del Niño Jesús
- On 9 de enero de 2023
OMPRESS-LISIEUX (9-01-23) Con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús y del 100 aniversario de su beatificación, se abrían ayer simultáneamente la Puerta Santa de la Basílica de Lisieux y la de Alençon, localidad natal de la Patrona de las Misiones. Un jubileo que se prolongará hasta el domingo 7 de enero de 2024 y que tiene como lema “Por la confianza y el amor”, las últimas palabras de “Historia de un Alma”, su autobiografía espiritual.
Con este año jubilar, concedido por el Papa Francisco, se celebran el 150 aniversario del nacimiento de Teresa Martin en Alençon, el 2 de enero de 1873; y el 100 aniversario de la beatificación de Sor Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, el 29 de abril de 1923. Esto ha llevado a que esta efeméride también sea incluida en la lista de aniversarios a los que se asocia la Unesco para la Bienio 2022/2023. Este organismo internacional honra cada dos años a personalidades o instituciones que han trabajado a favor de la paz, a través de la educación, la cultura y la ciencia. A través de su vida, Teresa de Lisieux se descubre como una mujer culta cuyos escritos nos invitan a escudriñar el misterio del hombre y el misterio de Dios. En cuanto a los momentos fuertes de este jubileo, serán las procesiones que se organizarán un sábado al mes en torno a la Basílica de Lisieux, y el 29-30 de abril, centenario de su beatificación. Si bien en todo el mundo tendrá eco este año jubilar.
Se trata de una oportunidad para acercarse, de la mano de la santa de Lisieux, a “la Ciencia del Amor”, que mencionaba el Papa San Juan Pablo II al declararla Doctora de la Iglesia en 1997. Una “ciencia” permeada siempre por un intenso impulso misionero, que se vería hecho realidad, incluso físicamente, a través de la peregrinación de sus reliquias y, por supuesto, en la difusión misionera del mensaje universal de amor en tantas almas de los cinco continentes. Una oportunidad también para recordar cómo se puede vivir la santidad en familia, puesto que fue en la familia donde se fraguó la vocación misionera y a la santidad de Teresa. De su padre, Louis Martin, la santa escribía, recordando la oración de la tarde en su casa: “basta con mirarlo para saber cómo oran los santos…”.
Desde Lisieux, invitan a los fieles de todo el mundo a seguir las huellas de Santa Teresa por el camino de la santidad. “La santidad no está en esta o aquella práctica”, enseñaba ella. “Consiste en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de nuestra debilidad y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre”.