Abierta la primera universidad católica de Timor Oriental

Abierta la primera universidad católica de Timor Oriental

  • On 28 de marzo de 2022

OMPRESS-MADRID (28-03-22) El pasado jueves se abría oficialmente el primer curso de la Universidad Católica de Timor, situada en Balida, en la periferia de Dili, la capital de Timor Oriental, la primera universidad católica de este del Sudeste Asiático, donde el 96% de la población es precisamente católica. Las instalaciones de la Universidad, dedicada a San Juan Pablo II, se inauguraron el pasado 8 de diciembre, pero no ha sido hasta la pasada semana cuando la Universidad ha comenzado sus actividades. En la ceremonia de apertura del curso estuvieron presentes el arzobispo de Dili, Mons. Virgilio do Carmo da Silva, y José Ramos-Horta, ex presidente de Timor Oriental y Premio Nobel de la Paz.

El curso ha comenzado con 491 estudiantes, a pesar de que hubo dos mil solicitudes de inscripción, pero todavía no se han desarrollado las instalaciones para acoger tan gran número de solicitudes. Se han abierto cuatro facultades: la de Educación, Artes y Cultura; la de Ciencias de la Salud; Ciencias Humanas; e Ingeniería técnica y agrícola. La Universidad cuenta actualmente con 50 profesores, y busca fortalecer su cuerpo docente con personal docente de Portugal, Macao, Indonesia y Brasil, para lo que cuenta ya con acuerdos con la Universidad Saint Joseph de Macao, y se ha allanado el camino para lograr lo mismo con la Universidad Católica de Portugal.

La universidad está bajo el patrocinio de San Juan Pablo II, quien en Timor Oriental es objeto de especial veneración. El difunto Papa viajó en octubre de 1989 al país entonces ocupado por la vecina Indonesia y sacudido por la violencia de la guerra. Durante todo el período de ocupación entre 1975 y 2002, la Iglesia Católica desempeñó un papel crucial junto a la resistencia timorense en la lucha por la independencia. Fue una época muy dura hasta la independencia de 2002. En treinta años de conflicto, casi un tercio de la población de entonces, alrededor de 200.000 personas, perdieron la vida como consecuencia de los combates con el ejército indonesio, las enfermedades y el hambre.

 

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