Unidos a la oración de la Iglesia universal para que el Señor conceda fortaleza, fe y consuelo al Papa emérito, Benedicto XVI, en este momento de prueba, recordamos lo que nos dijo en su segundo Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, del año 2008, y renovamos nuestro compromiso con la evangelización:

“Esas Obras son un instrumento válido para animar y formar en el espíritu misionero al pueblo de Dios, y alimentan la comunión de bienes y de personas entre las diferentes partes del Cuerpo místico de Cristo”.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.