REVISTA GESTO

Gesto es la revista misionera de los niños. La revista de siempre, la que leían tus padres o tus tíos, pero renovada para vosotros, los niños de hoy.

Nacimos hace 41 años con el deseo de hablar a los niños españoles del mundo y de las misiones. En tan solo un año alcanzamos el medio millón de suscriptores y, cuatro décadas después, la revista sigue llegando al corazón de 150.000 niños que os informáis y entretenéis con nuestros testimonios, juegos, reportajes y noticias sobre la vida misionera.

Además de divertiros, nuestras páginas os ayudan a descubrir lo que pasa en el mundo, a abrir vuestros ojos a Dios y a las personas, y a entender, a través de las historias de los misioneros, que merece la pena amar a los demás y entregar nuestro tiempo y esfuerzo para ayudar a los otros.

*La revista está dirigida a niños de 6 a 12 años. Suscripción: 5€ anuales / 5 números al año.

EN ESTE NÚMERO…

Querido lector de Gesto:

Este año, en Infancia Misionera, nos embarcamos en un reto muy especial: aprender a compartir lo que tenemos de una manera única y generosa. La misión no se trata solo de orar o hablar sobre el Amor de Jesús; también significa actuar para ayudar a nuestros hermanos. A todos, a los que están cerca y a los que están lejos.

¿Qué significa compartir lo que tenemos? Siguiendo el ejemplo de Jesús, quien compartió incluso el pan que multiplicó para que todos tuvieran suficiente, también nosotros podemos dar de lo nuestro para que nadie pase necesidad. No importa si solo tienes una pequeña cantidad para ofrecer; cada aporte, grande o pequeño, puede hacer una diferencia inmensa cuando lo hacemos con amor y en oración.

Mons. Forbin-Janson, fundador de la Infancia Misionera, nos enseñó que los niños también pueden ser grandes misioneros. Nos animó a dar, aunque sea un céntimo, con el mismo entusiasmo que ponemos al rezar. Esa pequeña ofrenda es como nuestros “cinco panes y dos peces” que, al unirlos en comunidad, pueden convertirse en una ayuda valiosa para quienes más lo necesitan.

Recordemos que cada pequeño gesto de generosidad es parte del plan de Dios para que todos experimentemos su amor y su provisión. Que entre todos hagamos que el lema “Comparto lo que tengo” sea más que palabras. Seamos ejemplo de solidaridad y amor, llevando un poco de esperanza a cada rincón del mundo.

¡Sigamos adelante, pequeños misioneros! ¡A compartir con alegría!

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