“Sé testigo de la misión de María”

“Sé testigo de la misión de María”

  • On 10 de octubre de 2022

OMPRESS-AUSTRALIA (10-10-22) “Seréis mis testigos” es el lema del Domingo Mundial de la Misiones, el Domund, del próximo 23 de octubre. Catholic Mission Australia (Obras Misionales Pontificias) ha querido centrar esa mirada en la labor que realiza una misionera laica en Etiopía, María José Morales.

Miles de mujeres en Etiopía se ven obligadas por la pobreza a buscar trabajo en el extranjero como empleadas del hogar. Con la esperanza de una vida mejor, muchas abandonan sus hogares y sus familias, para encontrarse en ocasiones atrapadas en un ciclo de abuso y explotación. Esta misionera de la Comunidad de San Pablo abrió el Centro Kidist Mariam, precisamente por esta razón. Buscaba proporcionar un entorno educativo seguro, y lo ha logrado para casi 3.000 mujeres que han completado cursos de formación que les han permitido un futuro mejor para ellas y sus familias.

Desde las Obras Misionales Pontificias de Australia han producido un vídeo sobre esta preciosa labor que lleva adelante María José. El vídeo comienza con un proverbio africano: “Si quieres ir rápido, ve solo, si quieres ir lejos, ve con alguien”. Además de la misionera, en el vídeo aparece Saba, una de las estudiantes del Kidist Mariam Centre que reconoce que “sin este Centro estaríamos en la calle… no habría alternativa”.

Apoyar al Domund y a la misión de la Iglesia es respaldar la labor de esta misionera y de tantas misiones donde se brindan oportunidades a miles y miles de personas, asegurando un futuro para ellos. Se trata de ser testigos de Jesús, porque todo cristiano está llamado a serlo, como explica el Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones de este año. Y también ser testigos de la labor de la Iglesia misionera.

Actualmente, en el Centro Kidist Mariam 450 estudiantes asisten a cursos de cocina, costura o peluquería. Las estudiantes son, mayoritariamente, mujeres jóvenes que no terminaron sus estudios o migrantes retornadas de los países árabes. Como parte de la formación profesional y para el auto sostenimiento del centro, el centro ofrece de lunes a viernes servicios de cafetería, restaurante, confección de uniformes escolares y prendas de ropa, peluquería y venta de artesanías y especias locales para clientes externos. Cuando finalizan los cursos la mayoría de las estudiantes encuentran trabajo en la zona.

Pero no es la única labor que ha impulsado la Comunidad de San Pablo. Un total de 930 mujeres integran los grupos de ahorro comunitario, creados en las zonas rurales de Meki. En sus reuniones aportan una cantidad periódica de dinero a su ahorro comunitario y solicitan préstamos, que devuelven con intereses, cuando quieren iniciar un pequeño negocio. Si tienen emergencias piden un préstamo y lo devuelven sin pagar intereses. Al final del año se reparten el dinero equitativamente y vuelven a empezar. También han llevado adelante proyecto de abastecimiento de agua potable, construcción de aulas en las escuelas de Melka Oda y Korke Adi.

Comparte esta noticia en: