OMPRESS-KENIA (15-11-18) Una delegación de la diócesis de San Sebastián ha recorrido Kenia durante el mes de octubre el país para ver la marcha de los diversos proyectos que Caritas Gipuzkoa, Misiones diocesanas y la Fundación Barrueta llevan a cabo en Kenia.

El vicario de Misiones y Pastoral Social, Xabier Andonegi, Koldo Muro, director del Servicio diocesano de Misiones y Cooperación, y Patxi Izulain, de la Fundación Barrueta, han visitado algunos de los proyectos pastorales y sociales apoyados por las tres instituciones.

Su presencia en Kenia ha sido una oportunidad para inaugurar dos proyectos financiados por Caritas Gipuzkoa e en la parroquia San Paul, en Namanga, al sur de Kenia.

Uno de los proyectos, un sistema de captación de agua, dará servicio a los Misioneros de Quebec, a la escuela parroquial y a cientos de habitantes de la zona sin acceso al agua potable. Gracias al segundo proyecto, se ha puesto en marcha una cocina y el sistema de baños de la escuela parroquial.

Entre las visitas realizadas, destaca la hecha a la casa provincial del Distrito Lwanga de los Hermanos de La Salle, un proyecto de formación técnica apoyado por Caritas Gipuzkoa y la escuela Waruku donde hay 30 niños becados por un matrimonio de Donostia.

Así mismo han conocido de primera mano el colegio St. Mary de los Hnos. De La Salle en Nyeri. Se trata de un proyecto ejemplar donde los hermanos de La Salle acogen con beca completa a más de 300 alumnos sin recursos que de otra manera no tendrían opción de recibir una educación basada en valores e inspiración cristiana

También han visitado la escuela de las Hermanas de San José de Tarbes en Dagoretti, donde las hermanas necesitan reconstruir el edificio de esta escuela que se encuentra en mal estado. Además, la escuela de catering y hostelería de las Hermanas de Donum Dei, donde Caritas Gipuzkoa ha becado a 86 chicas de los suburbios de Nairobi para que puedan estudiar un oficio. Y también el Cottolengo de Nairobi donde Misiones de la diócesis apoya a niños seropositivos huérfanos. Todo esto se puede hacer gracias a la aportación de donaciones de Gipuzkoa, sin ningún tipo de ayuda pública.