OMPRESS-REPÚBLICA DOMINICANA (4-11-22) Muchos españoles llegan a Republica Dominicana como turistas, atraídos por sus playas, pero los 162 misioneros españoles que un día llegaron al país, se han quedado para compartir la vida de ese pueblo y anunciarles el Evangelio. Se podrá conocer a algunos de ellos gracias al programa de “Misioneros por el mundo” de hoy viernes a las 21:30h. Como el sacerdote diocesano de Ciudad Real, Antonio Fernández, del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), que lleva 28 años trabajando en la diócesis de Barahona, sobre todo en la pastoral social, ahora saliendo al paso de la pobreza urbana.

Tras la pandemia, muchos pequeños comerciantes se arruinaron y la Iglesia ha salido en su ayuda con imaginación: microcréditos, creación de una pequeña caseta para que los artesanos puedan promocionar sus productos, etc. El covid trajo consigo también mucho trabajo informal y desempleo, con las consecuencias sociales que esa situación trae aparejada (delincuencia, droga, promiscuidad sexual, etc.).

La atención de la Iglesia llega también a los bateyes, pequeños poblados pobres ‒sobre todo de dominicos-haitianos‒ que se dedican a la explotación de la caña de azúcar. La diócesis de Barahona ha construido 41 viviendas para familias necesitadas en alguno de ellos y en otros ha abierto hogares de día para ancianos, como el que atienden las hermanas Lauritas en uno perteneciente a la Parroquia San Martín de Porres.

A 900 metros de altitud sobre Barahona se encuentra la comunidad de la Elba en Santa Elena, que no tiene capilla, pero donde los misioneros acuden también a evangelizar y forman a catequistas para que animen sus propias comunidades. Son comunidades muy pobres, sin agua corriente, que acumulan el agua de la lluvia en pequeñas cisternas. Cuando la lluvia no permite que se llenen, acuden para cargar baldes al río situado a unos tres kilómetros, una tarea que generalmente les toca a los niños.

En el batey Bienvenido se encuentra Lidia Alcántara Ivars, una religiosa claretiana nacida en Jerez de la Frontera, que lleva nueve años como misionera en Santo Domingo. La misionera afirma que en este batey de haitianos “más que pobreza hay mucha miseria” y la gente tiene necesidades en muchos sentidos, “empezando por la documentación”.

Cuando llegó al batey, Lidia observó que muchos niños estaban en la calle cuando deberían estar en la escuela y decidió crear una escuelita. Comenzó con sencillas clases de alfabetización para niños y adolescentes de cualquier edad que no fueran a la escuela. Hoy ese proyecto es una de las pocas escuelas que hay en la zona. Precisamente por la falta de escuelas, muchos niños no pueden estudiar y otros no pueden hacerlo porque no están documentados.

Lidia también visita a los enfermos en sus casas para curarles y ayudarles con las medicinas, y visita también a los ancianos que viven solos. La misionera ha aprendido a “detectar la presencia de Dios incluso en la vulnerabilidad, en la necesidad, en la simplicidad de la gente”.

“Misioneros por el mundo” que Trece realiza con la colaboración de Obras Misionales Pontificias, se emite los viernes a las 21:30h. Una vez emitidos, pueden verse también en el canal de YouTube OMP en los Medios.