Los misioneros hacen de su vida un humilde don para los demás
- On 1 de marzo de 2023
OMPRESS-KENYA (1-03-23) La delegación de misiones de Málaga comparte el testimonio de la misionera Soledad Calzado, tras un año de misión en Kenya. Para Soledad los misioneros “solo somos cristianos de a pie que se han dejado seducir por una mirada y un envío”.
“Mi nombre es Soledad Calzado. Soy Religiosa Filipense Hija de María Dolorosa y estoy en Machakos (Kenya) desde hace un año. Nací en Málaga, pero pronto nos trasladamos a Antequera. Allí realicé mis estudios e inicié mi vida laboral. Cuando ingresé en la Congregación, mi tarea apostólica se desarrolló fundamentalmente en Sevilla. Después de los años, como a Abrahán, se me invitó a salir de ‘tu tierra’, lo seguro, lo que controlas y aventurarte en lo nuevo, lo desconocido e incierto. En Kenya, nuestra Congregación quiere hacer presente nuestro carisma de ternura y misericordia para con los más necesitados, especialmente con la mujer marginada. Por ello, ante la realidad del país y de las necesidades descubiertas, nuestra misión apostólica se desarrolla fundamentalmente a través de tres Proyectos: Proyecto de apadrinamientos de niños/as y adolescentes para que puedan acceder al sistema educativo. La educación y formación es el mejor medio para salir del círculo de la pobreza. Proyecto de merienda diaria a los niños/as para ayudar a las familias en su escasa economía y paliar la desnutrición de los niños del barrio. Taller de costura y tricotar. En una cultura como la africana, en la que la mujer no goza de demasiada autonomía ni economía nos parecía importante crear algún taller en el que la mujer pudiera trabajar, promocionarse y autogestionarse de cara a una mejor subsistencia familiar.
No es fácil la vida en estas tierras, pero compensa. No es fácil adaptarse a otra sociedad, otros idiomas, otro universo cultural… Pero la sonrisa de los niños, la gratitud de las familias humildes, la conquista de cierta libertad para la mujer y compartir la fe con los pobres de la tierra, te hacen pensar que tu vida, en medio de las carencias, puede estar resultando útil, que tu aportación, aunque pequeña es significativa para alguien.
Los ‘misioneros/as’ solo somos cristianos de a pie que se han dejado seducir por una mirada y un envío y han querido hacer de su vida un humilde don para los demás. Sin la ayuda del dueño de la mies y el apoyo y colaboración de todos vosotros que os sentís en sintonía con nuestra misión, esto sería imposible. Gracias. Que el Señor bendiga todos los esfuerzos por el anuncio del Reino”.