OMPRESS-VENEZUELA (6-03-23) El vicario apostólico de Puerto Ayacucho, en Venezuela, el obispo salesiano Jonny Eduardo Reyes Sequera, escribe a las Obras Misionales Pontificias en Roma sobre cómo se potencia y se vive la Infancia Misionera en este territorio de misión en la región amazónica.

El vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho, estado Amazonas, Venezuela, abarca una superficie de 177.617 km2, con una población de casi 60.000 menores de 18 años. Es un estado predominantemente indígena, con costumbres, cultura y tradiciones propias, en el que la población infantil se ve afectada por la crítica situación que vive el país. El abandono escolar es cada día mayor, los menores se ven a menudo privados de una buena alimentación, con problemas en las condiciones sanitarias.

Mons. Reyes Sequera explica la labor que se lleva adelante en el vicariato con Infancia Misionera y habla también de los “centinelas”:

“Las parroquias hacen un gran trabajo, mediante la catequesis, la Infancia Misionera y los grupos infantiles que buscan dar cabida a esta población tan importante y tan vulnerable en condiciones, psicológicas, de salud, de higiene, de alimentación; sin embargo, en número, es mucho el trabajo que falta por realizar para poder llegar a una mayor población, ya que por las condiciones propias de las parroquias (espacio físico, recursos económicos, agentes de pastoral, escasez de combustibles para traslado, entre otras) el porcentaje que logramos atender es pequeño, con relación al total poblacional”.

Sobre la Jornada Nacional de la Infancia y la Adolescencia Misionera, el vicario de Puerto Ayacucho explica que “no se pudo realizar en la misma fecha que la Iglesia venezolana escogió, o sea el tercer domingo de enero, porque en el vicariato había actividades para la fiesta de Don Bosco. Por tal motivo la JONIAM fue realizada el sábado 19 de febrero. Congregamos las IAM (Infancia y Adolescencia Misionera) de las varias parroquias en la Catedral, todos alrededor del tema: Como Paulina Jaricot testigos de Jesús”.

En Venezuela existen los conocidos “centinelas”. Se trata de adolescentes, de entre 13 y 15 años, que, cumplida su etapa en la Infancia Misionera, pasan a formar parte de Centimisión. Centimisión, explican desde las Obras Misionales Pontificias en el país, es un servicio de animación misionera ofrecido por la Pontificia Obra de la Santa Infancia en Venezuela que tiene como finalidad ofrecer a los adolescentes un encuentro personal y grupal con Jesús, el misionero del Padre, en comunión con todo el pueblo de Dios que forme en ellos discípulos misioneros dentro y más allá de sus ambientes de convivencia.

En Puerto Ayacucho se han tenido tres escuelas de formación para ellos para ellos con el tema “La identidad del Centinela”. Realizadas en Shapono Kea, han participado 96 centinelas de diversas parroquias, con momentos de oración, reflexión y juegos”.