La misión ha estado muy presente durante toda mi vida
- On 3 de noviembre de 2023
OMPRESS-MÁLAGA (3-11-23) Nazaret e Isabel son dos jóvenes de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en Málaga, en la que sirven los Misioneros Claretianos. Las dos, con apenas 20 años, han tenido la valentía de sumarse a la misión que los Misioneros Seglares Vicencianos, MISEVI, tiene en Lobito, Angola.
Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl llevan trabajando en la Misión de Angola desde el año 1996, cuando se establecieron primero en Lobito y Balombo, en la provincia de Benguela, en la costa sur del país africano. Más tarde establecerían comunidades en la capital del país, Luanda, y en Kibla, en el municipio de Sumbe, también en la costa, a mitad de camino entre Luanda y Lobito.
Es aquí en Lobito, en el barrio de Kassai, donde está la Escuela Inmaculado Corazón de María de las Hijas de la Caridad, que cuenta con 1.200 alumnos. No solo han creado escuelas, también han formado a profesores nativos. Cuentan con una residencia o lar de ancianos, un centro de salud y otras iniciativas en las que MISEVI, los Misioneros Seglares Vicencianos han sido decisivos por su labor y entrega. Se trabaja en la promoción de la mujer, en la salud mental, en proyectos de pre-escolarización y con los jóvenes.
Como informan desde la diócesis de Málaga, Nazaret e Isabel han decidido sumarse a esta labor. Esta decisión es fruto del espíritu misionero que han recibido en casa y en la parroquia, desde pequeñas, y de la oportunidad concreta planteada por MISEVI. Así, esto les ha llevado a ponerse en camino y prepararse para vivir una experiencia misionera, como han relatado a COPE Málaga.
Isabel, de 21 años, también ha tenido “muy presente a lo largo de mi vida la importancia de lo misionero en la Iglesia, gracias a mi madre y también gracias a la parroquia del Carmen, que me ofreció en el año 2018 la oportunidad de ir a Tánger”. Allí Isabel vivió la experiencia de una “Pascua misionera”.
Nazaret, tiene 22 años y se va de misión a Angola: “Durante toda mi vida la misión ha estado muy presente”, gracias la contacto de los misioneros, tanto en su parroquia, la Iglesia del Carmen, como por su familia. Ha conocido la labor que llevan a cabo. Todo esto ha hecho que “el ponerme en camino a la misión sea algo natural”. Su destino es esta diócesis de Lobito, donde colaborará en todos los proyectos que llevan adelante MISEVI y las Hijas de la Caridad, escuelas, jóvenes, dispensario, residencia de ancianos. Nazaret dice que quiere estar allí “donde haga falta y para lo que haga falta”.