Gracias a ustedes, hoy soy maestro en mi comunidad indígena

Gracias a ustedes, hoy soy maestro en mi comunidad indígena

  • On 14 de marzo de 2024

OMPRESS-MÁLAGA (14-03-24) Manoli Valle Leiva y Gustavo Adolfo Zambrana Baena son un matrimonio que han vivido la misión dentro del Movimiento de Acción Cristiana (MAC), un movimiento nacido en la diócesis de Málaga. En este testimonio, publicado por la Delegación de Misiones malagueña, comparten lo que ha significado para ellos ser enviados a Venezuela y a Ecuador.

“El 19 de agosto de 1993 fuimos enviados por el MAC a Venezuela junto a Paqui Cabello, Miguel A. Morón y Rafael Guerrero Aragón. Después de no pocas dificultades, pero abrazados por el equipo sacerdotal y seglar de Caicara del Orinoco, llegamos a Ciudad Bolívar donde comenzamos la evangelización en Sta. Inés (casa para niñas indígenas a cargo de las religiosas Lauritas); atendiéndolas con catequesis ‘Buena Noticia’. También íbamos a dar ‘Buena Noticia’ al Colegio de Fe y Alegría a cargo de las Hnas. Concepcionistas. Atendíamos los barrios de La Lucha y el Mirador (barrios de periferia), en los que teníamos una presencia continua, viviendo entre sus gentes, aprendiendo de ellos (‘enseñándonos’ como se dice por Venezuela); y luchando por ser uno de ellos.

Posteriormente, a petición del arzobispo fuimos enviados a Guarataro (población mixta–criollos e indígenas), a mitad de camino entre Ciudad Bolívar y Caicara del Orinoco (misión diocesana de Málaga, donde colaborábamos con la animación de comunidades de base, en algunos de sus barrios, tales como Rómulo Gallegos). En Guarataro, además de la evangelización, junto con algunos jóvenes, se creó una cooperativa agrícola. Ellos y nosotros trabajábamos en las distintas comunidades (catequesis, atención a los enfermos, celebraciones de la Palabra) y en el ‘conuco’ (finca), cultivando yuca, plátanos… Enseñando y aprendiendo de ellos. En la actualidad, aún continúan con estas dos labores. Gracias a las nuevas tecnologías, siguen estando en contacto con nosotros y nos van relatando sus alegrías y vicisitudes. ¡Qué alegría cuando un jovencito Guahibo, que animamos a participar a desarrollar su formación en la Escuela Granja de Fe y Alegría, donde también había miembros del MAC, nos dice: ‘gracias a ustedes, hoy soy maestro en mi comunidad indígena’!

Tuvimos que aprender que no solo es llevar la Palabra, sino que teníamos que inculturizarnos, que junto al Evangelio va la promoción y desarrollo de la persona, potenciar los derechos humanos. Sufrir con el que sufre, reír con el que ríe. Ser valedores del pueblo frente a los poderes civiles.

Desde el año 2000 al 2006; fuimos enviados a Ecuador, para colaborar en la misión diocesana de Asturias dentro del Vicariato Apostólico de Aguarico (La Joya de los Sachas) y en concreto en S. Sebastián del Coca (Cañón de los monos). En Ecuador trabajamos en la Pastoral Juvenil, en la coordinación de la Pastoral Colona, promoción de los DDHH, creación de centro de rehabilitación para personas dependientes, guardería, promoción de la mujer, coordinación de UNICEF–Vicariato, etc.… En todo momento adaptándonos a la nueva Evangelización, abiertos a los caminos que nos abría el Espíritu Santo, luchando por ser testimonio vivo entre el pueblo, un pueblo muy agradecido y necesitado. Necesitado de pan y de Dios.

Os animamos a dar respuesta a la llamada de Jesús de ‘llevar la Buena Nueva’. Estando presentes y siendo verdaderos testigos. Siendo y estando. Todos somos misioneros allá donde estemos. Un abrazo fraterno”.

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