“El donativo a las Obras Misionales Pontificias establece la Iglesia”

“El donativo a las Obras Misionales Pontificias establece la Iglesia”

  • On 3 de febrero de 2021

OMPRESS-ROMA (3-02-21) El presidente de las Obras Misionales Pontificias, Mons. Giampietro Dal Toso, inauguró ayer el curso on line “La misión de la Iglesia: la caridad misionera y el fundraising” y dio la bienvenida a unos 100 participantes de lengua española, presentados por el director nacional de OMP en España, José María Calderón.

Monseñor Dal Toso justificó este seminario sobre recaudación de fondos afirmando que “cada alma necesita un cuerpo”, así como la misión necesita recursos para ser llevada a cabo. Sin embargo, subrayó que lo importante es saber “qué imagen de Iglesia y misión vamos a transmitir al recaudar fondos”, porque “no somos una ONG sino una institución del Papa”. “La propuesta de las Obras Misionales no es humanitaria o política, nosotros tenemos carisma misionero”, por eso, añadió el presidente, “lo que somos tiene que estar presente en todo lo que hacemos”.

La intervención de monseñor Dal Toso se centró en dos puntos: explicar qué es la misión y qué son las OMP y su mensaje. En primer lugar, invitó a los asistentes a volver a las fuentes teológicas de la misión, porque “no podemos hacer nuestro trabajo sin algunos principios y lenguaje teológico”. Concretamente, animó a la lectura del Decreto conciliar “Ad gentes”, porque ahí “están los temas principales”: el sujeto de la misión (la Trinidad, Cristo y la Iglesia); y las formas en las cuales se realiza la misión (a través del testimonio y la caridad, la Palabra de Dios y los Sacramentos).

El presidente de OMP reivindicó la importancia de la misión “ad gentes” en el anuncio del Evangelio, porque es el modo en el que la Iglesia se establece donde no está implantada. “Si no hay Iglesia, no se puede ver lo que Cristo cambia en la vida del hombre, el fruto de la conversión. Hay que VER qué significa ser cristiano”, y por eso es necesario que haya misioneros. Monseñor Dal Toso reconoció que hoy es difícil entender que “ad gentes” significa “a los pueblos”, porque “los que no creen no están solo en el sur” y puntualizó que “la misión «ad gentes» va a ser como un modelo «circular» de la Iglesia”.

Respecto a las OMP destacó tres palabras especialmente interesantes para la institución: la fe; la misión y la universalidad. La explicación es que “la fe por su naturaleza es misionera”, que “una fe vivida se convierte en testimonio sin muchas palabras” y que “no puedo creer solo” y por eso también por su naturaleza, la fe es universal. Sobre el modo concreto de realizar el carisma de OMP, indicó tres formas: la oración, la ofrenda y la información-formación. Se detuvo en este último aspecto para indicar que tanto la animación misionera como la información tienen que contribuir “al crecimiento de la fe de la gente”; explicar “por qué es importante la misión”; exponer el perfil eclesial de la misión y prestar “atención a lo que no se ve”. Esto que no se ve, es lo que sucede después de dar un donativo a OMP: es importante porque lo que sucede es que “se establece la Iglesia”.

El presidente de OMP defendió la necesidad de todo tipo de ofrendas, tiempo, sufrimiento y también dinero, convertido en ofrenda. En este sentido, recordó que la fundadora de la Obra de la Propagación de la Fe, Pauline Jaricot, dio los primeros pasos haciendo las colectas entre obreras y no entre gente pudiente. En sintonía con la intervención de monseñor Dal Toso hubo algunas intervenciones en el turno de preguntas y una aportación del director de OMP España, que dijo para que OMP no pierda el sentido y se quede en mero fundraising hay que redescubrir “el sentido de la evangelización”. Como afirmó también el presidente de OMP, si estamos convencidos de que “es importante llevar el Evangelio «ad gentes», será más fácil conseguir dinero”.

El Curso, programado del 2 al 4 de febrero, está promovido por OMP a través del Secretariado Internacional de la Pontificia Unión Misional (PUM) y desde el Centro Internacional de Animación Misionera (CIAM) en colaboración con la Dirección Nacional de OMP España. Entre los asistentes hay directores nacionales y diocesanos, trabajadores y voluntarios de las OMP en lengua española. Junto a la amplia representación de España e Hispanoamérica, hay también personas que están siguiendo el curso desde Brasil, Guinea-Bissau, Mozambique, Rumanía y Turquía.

 

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