Ayudar a los niños de Papúa desde las antípodas

Ayudar a los niños de Papúa desde las antípodas

  • On 20 de febrero de 2023

OMPRESS-PAPÚA NUEVA GUINEA (20-02-23) Los chicos en la diócesis de Kundiawa, en la exuberante Papúa Nueva Guinea, cuentan ya con tres aulas nuevas, y con dos tanques de agua potable. La ayuda les ha llegado, literalmente, de las antípodas: son donativos de niños de España y Nueva Zelanda.

El misionero polaco Ryszard Wajda ha dado las gracias a Infancia Misionera por echar una mano a los niños de Papúa. El padre Ryszard explica que las aulas y los tanques de agua permitirán que los niños acudan a la escuela, en Aurabaol y Mogol, dos aldeas enclavadas en una remota zona de Papúa Nueva Guinea, donde la exuberancia de la selva hace aún más difícil el acceso. Con un total de 6.000 euros, el proyecto se ha hecho realidad con la colaboración de una empresa local, “Imimi Builders”. Pero también se ha contado con la ayuda de un instituto de formación profesional católico, la Mary’s Technical School de Mingende, cuyos alumnos han podido así hacer prácticas. El nuevo edificio que alberga las aulas es de arquitectura tradicional de Papúa, en madera, con una galería cubierta – no se puede olvidar la lluvia en un país tropical – que une las tres aulas. Todo ello pintado con vivos colores, y elaborado con madera tallada, para recordar las casas de los papuenses.

Con la generosidad de los niños y adultos de todo el mundo con la Obra Pontificia de la Infancia Misionera se crea un Fondo Universal que permite ayudar a los proyectos que presentan los 1.119 territorios de misión. Una vez aprobados en la Asamblea General que tiene lugar en Roma en mayo, es cuando se mandan a cada país las “órdenes de pago”. Las sumas para apoyar los proyectos de la diócesis de Kundiawa han sido financiadas por sumas donadas por niños de España… y de Nueva Zelanda, en las antípodas. Todo ello deja de manifiesto la universalidad de cada subsidio que apoya Infancia Misionera.

El padre Ryszard Wajda, con los catequistas de las aldeas donde se ha llevado a cabo el proyecto, organizó una verdadera fiesta en torno a una misa. La misa se celebró por las intenciones de todos los benefactores que han hecho posibles las nuevas aulas y los tanques de agua. El misionero del Verbo Divino explicaba que el proyecto ha unido a la gente, y están orgullosos de que se haya concluido con éxito, gracias a sus propias aportaciones en metálico y a la ayuda llegada desde toda la Iglesia universal.

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