OMPRESS-BÉLGICA (23-04-24) Hace unos quince años, los agustinos de la Provincia de Bélgica decidieron que el carisma agustiniano no se podía perder en su país. Eran pocos y ancianos y no había vocaciones autóctonas, por lo que pusieron la esperanza vocacional en el continente africano y asiático. Abrieron así sus comunidades y corazones a jóvenes de dichos lugares que quisieran ser agustinos. Hoy en día, su Prior Provincial es un religioso de Benín, el padre Martín Davakan.

En los últimos días, profesos de la Provincia agustina de Bélgica han visitado diversas comunidades de España, acercando la realidad de la Orden en este país europeo. La presencia de agustinos nativos de África y de Vietnam en sus comunidades y apostolados les ha aportado ilusión y esperanza. Como explica el mismo padre Martín, el objetivo ha sido siempre mantener el carisma agustiniano en Bélgica, que no desaparecieran las comunidades religiosas y seguir con los apostolados que las diócesis les habían encomendado. Por eso, la idea es que los jóvenes religiosos que se forman allí, emitidos los votos y ordenados sacerdotes no vuelvan a sus países de origen; es decir, que vivan y trabajen en Bélgica, en las parroquias que tienen los agustinos y en los colegios de otras congregaciones religiosas. En un segundo momento, si se considera oportuno y necesario, volverán a sus países de origen para implantar la Orden de San Agustín. El mismo prior de la provincia belga es un ejemplo de esto. Se formó entre Bélgica y España, trabajó en distintos países de África y volvió a Bélgica. Allí ha estado colaborando en la pastoral parroquial y en la formación de los jóvenes agustinos africanos.

Actualmente, la Provincia agustina de Bélgica cuenta con 46 religiosos. De estos, solo siete son europeos, el resto son de países como Togo, Sudán del Sur, Benín, Costa de Marfil, Nigeria, Congo y también de Vietnam, en el continente asiático.