40 años de una misión en Níger

40 años de una misión en Níger

  • On 14 de junio de 2022

OMPRESS-NÍGER (14-06-22) Son los años que cumple la Misión de San Carlos Luanga, en Níger. El misionero Rafael Marco, de la Sociedad de Misiones Africanas, que fundara Melchior de Marion Brésillac, hace casi 170 años. El misionero cuenta cómo han celebrado este aniversario que casi se les “traspapela” y en el que un anciano local ha sabido recoger el sentir de todos.

“San Carlos es nuestro patrón y lo celebramos el domingo pasado; pero es que con él celebramos las confirmaciones de cinco jóvenes, la coral de la parroquia San Carlos Luanga, el año pastoral y, al final, removiendo unos papeles antiguos, nos dimos cuenta de que era el 40 aniversario de la fundación de esta parroquia. Tuvimos que movernos para animar a los grupos, preparar la celebración, los testimonios… y la fiesta: cantos, danzas, representaciones y el banquete, un banquete sencillo, pan compartido entre hermanos.

Y entonces tomamos conciencia de que San Carlos Luanga vela por nosotros, porque a pesar de todas nuestras deficiencias hay nervio, hay vida, hay comunidad y espíritu. Uno de nuestros mayores, Alexandre, terminada la Eucaristía, nos dijo lo siguiente: ‘Tenemos la inmensa alegría de celebrar los 40 años de nuestra parroquia. No es una nimiedad, en 40 años hemos vivido muchas cosas, hemos celebrado alegrías, pero también hemos pasado por tiempos oscuros. Por eso damos gracias a Dios porque a pesar de todo hemos podido superarlas y hoy podemos celebrar todo este tiempo pasado con alegría y en paz. Juntos vamos a aclamar al Señor (fuertes aplausos) Dios ha hecho maravillas en nuestra parroquia, Hace mucho tiempo ya que no teníamos un sacerdote permanente y hoy agradecemos que hoy vive con nosotros, comparte nuestra existencia y nos guía. Hoy tenemos la Eucaristía todos los días del año y podemos compartir con él iniciativas, ideas, proyectos y atención a los más pobres y pequeños.

Hoy agradecemos a Dios todo lo que nos procura y damos las gracias a los responsables de la diócesis, sobre todo a Mons. Laurent Lompo, nuestro arzobispo. Recordamos con agradecimiento a los misioneros que a lo largo de los años nos han dejado bienes como el presbiterio y esta magnífica iglesia donde compartimos nuestra fe, así como a todos los que han pasado por aquí y han entregado parte de su vida, que el Señor les bendiga.

Y finalmente damos las gracias al padre Rafael que ha aceptado venirse a vivir con nosotros, compartir nuestra vida y nuestra fe; desde el primer momento ha ido visitando todas las familias, intenta revitalizar nuestros grupos y nos acompaña como un padre: que el Señor le bendiga y la conceda la salud, fuerza y sabiduría para continuar la misión que Él mismo le ha confiado’”.

 

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