100 sacerdotes, la herencia de un misionero en Mozambique
- On 27 de abril de 2023
OMPRESS-MADRID (27-04-23) Cuando Jesús Torres llegó a Mozambique solo había tres sacerdotes nativos en la diócesis de Beira. En la actualidad hay más de 100. Un crecimiento vocacional que ha ido a la par del aumento de católicos que, en el mismo periodo, se han multiplicado por diez.
“Los misioneros debemos saber retirarnos, y que se implante la Iglesia local”, ha explicado este sacerdote misionero de Segovia. El padre Torres ha puesto rostro a la Jornada de Vocaciones Nativas –que se celebra en España este domingo 30 de abril de forma conjunta con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones–. Con todo lo que se recauda, se apoya a los 711 seminarios diocesanos que hay en las misiones.
Jesús Torres llegó a Mozambique en 1985. “Me encontré una Iglesia que me fascinó, con comunidades vivas. Pero no había vocaciones”. Convencido de que una Iglesia no puede crecer si no tiene vocaciones nativas propias, pronto empezó a colaborar con el seminario, y fue nombrado su rector. Por sus aulas han pasado cerca de 100 sacerdotes que ahora están pastoreando las parroquias de allí, entre ellos varios obispos. “Son mi orgullo”. Entre ellos está el padre Jorge Pinho, que acompañaba al misionero cuando era niño, y que después quiso hacerse sacerdote. Ambos protagonizan el vídeo de la campaña de la Jornada de Vocaciones Nativas.
“Los misioneros debemos saber retirarnos, y que se implante la Iglesia local”, ha afirmado. “La primera evangelización se trata de hacer nacer la Iglesia, y para esto estamos nosotros. Pero una vez implantada, tiene que crecer, y eso solo se puede hacer a través de las vocaciones nativas”. Por ello ha animado fervientemente a colaborar con ellas en la Jornada de este domingo, ya que “es el único camino, no hay otra manera de la Iglesia crezca en los territorios de misión”.
Él es testigo de que las ayudas llegan, y son muy importantes. “Yo cada año hacía un informe con todo lo que hacíamos”. Y cada año su seminario recibía por parte de la Obra de San Pedro Apóstol –una de las Obras Misionales Pontificias– una ayuda básica que les servía de colchón y empujón para poder seguir adelante con la tarea de formación. Sin estos fondos hubiera sido difícil. Y por eso, anima a los españoles a colaborar con las vocaciones nativas, conscientes de su importancia. “Que nadie aporte un euro sin haberse concienciado, porque si no, se convierte en una colecta más”.
El seminario mayor de Beira es uno de 711 seminarios diocesanos que hay en las misiones. Para ayudarlos a todos, el Papa Francisco tiene una herramienta: la Obra de San Pedro Apóstol, que nació precisamente con el fin de que ninguna vocación nativa se perdiera por falta de medios. Con estas ayudas se cubren gastos ordinarios y se apoyan necesidades extraordinarias. Además se apoya a los formadores y a los novicios de congregaciones locales que no tienen otros apoyos internacionales.
José María Calderón, director de OMP en España, ha agradecido a los españoles su generosidad con esta Obra, que ha llevado a nuestro país al primer puesto del podio: el año pasado se enviaron 1.977.274,82 euros a 92 seminarios. Y esta generosidad se ha mantenido a lo largo de los años de la pandemia, cosa que no ha sido igual en otros países. Con la crisis del COVID-19 las necesidades en los seminarios han aumentado considerablemente, pero en muchos países las colectas han disminuido. Por eso, el director nacional de las Obras Misionales Pontificias ha hecho un llamamiento a la generosidad este domingo 30 de abril con la oración y los donativos. Donativos que llegan a través de colectas, becas de estudio, estipendios de Misa o donativos puntuales (toda la información en www.vocacionesnativas.es).
La Jornada de Vocaciones Nativas se celebra de forma conjunta con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, ambas este domingo, conocido como el “Domingo del Buen Pastor”. Ambas jornadas comparten lema: “Ponte en camino, no esperes más”. “Tiene mucho sentido que se celebren conjuntamente, porque es importante que nos mentalicemos de que hay necesidad de que haya vocaciones aquí y allá”. Esta celebración conjunta hace “crecer el sentido católico de la Iglesia”, y “nos hace sentirnos responsables los unos de los otros, no puedo limitarme a pensar solo en lo mío”, ha afirmado José María Calderón.