Beato Lolo: enfermo misionero

Beato Lolo: enfermo misionero

Beato Lolo: enfermo misionero

  • On 3 de noviembre de 2023

Hoy celebramos la fiesta del beato Lolo, enfermo misionero. Manuel Lozano Garrido, conocido como el “beato Lolo”, fue periodista, enfermo misionero y gran colaborador de Obras Misionales Pontificias durante muchos años.

Manuel Lozano Garrido, “Lolo” (Linares, 1920-1971), fue un joven de Acción Católica, periodista y escritor, que no sólo vivió la alegría desde su dolorosa enfermedad, sino que supo transmitir esa alegría a quienes buscaban su compañía y consuelo. Se convirtió en un enfermo misionero que ofreció su dolor por las misiones.

A los 22 años una parálisis progresiva, que llegó a ser total, le sentó en un sillón de ruedas; los últimos nueve años estuvo también ciego. Aunque durante toda su vida Lolo intentó ser un “buen cristiano”, fue sobre todo su larga enfermedad “donde maduró su oración profunda y mística”. Su vida de fe se cimentaba en un profundo amor a la Eucaristía, en una tierna devoción a la Virgen y en una firme adhesión a la Iglesia.

A pesar de las limitaciones, Lolo trabajó incansablemente como periodista y escritor, escribiendo hasta nueve libros y un sinfín de artículos, muchos de los cuales publicó en “Enfermos Misioneros”. En su obra literaria supo transmitir la alegría del amor de Dios, aceptando su dolor unidos unido al de Cristo.

Lolo era un gran amante de las misiones. Tenía puesto como Santa Teresita de Lisieux, su corazón en las misiones y en los misioneros. En un mapa del mundo iba colocando chinchetas representaban a los misioneros que él conocía y por los que rezaba. En “Enfermos Misioneros” escribía: “El mundo se salva por la generosidad de los que sufren con amor. Si conoces a alguien que padezca una enfermedad de larga duración, no te cruces de brazos. Puede ser útil santificando su dolor y viviendo el ideal apostólico de la Unión de Enfermos Misioneros”.

El beato Lolo es hoy un ejemplo para todos los cristianos. Nos enseña la importancia de la oración y del sacrificio como una forma de cooperar con la misión de la Iglesia.

Como él, nosotros también podemos ayudar a las misiones con nuestra oración. Ayúdanos y reza por las misiones

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