“La Iglesia en Centroáfrica es hoy el único refugio seguro”

  • On 10 de mayo de 2018

OMPRESS-REPÚBLICA CENTROAFRICANA (10-05-18) La agencia de noticias SIR, de la Conferencia Episcopal Italiana, ha entrevistado al misionero carmelita Aurelio Gazzera. Este misionero vive y trabaja en Bozoum, a 300 kilómetros al norte de Bangui, la capital de la República Centroafricana. El 1 de mayo pasado eran asesinadas en Bangui 22 personas que asistían a Misa en una parroquia. El número de heridos superó el centenar.

El misionero explicaba que, “poco antes del ataque a la iglesia, las fuerzas armadas locales habían arrestado a uno de los rebeldes que vivían en el barrio PK5 de Bangui y sus milicias, como reacción, han asaltado la iglesia que se encuentra en el límite de esta zona. La tensión es alta y hay miedo de que se desencadenen venganzas y reacciones”.

Sobre la idea de que hay un enfrentamiento entre los musulmanes Seleka y los cristianos anti-Balaka, el padre Aurelio es claro: “Desde el inicio del conflicto hemos buscado evitar de hablar de cristianos y musulmanes. Es verdad que entre los anti-Balaka hay algunos cristianos, pero jamás nadie ha apoyado mínimamente ni siquiera apreciado su iniciativa. No son milicias cristianas: son gente que se une por reacción contra la violencia, a veces por razones étnicas, con frecuencia económicas. Es verdad que cuando se asalta una iglesia, como en Bangui, la reacción es muy fuerte. Sin embargo, desde la Iglesia las indicaciones son claras. Sin embargo junto al esfuerzo por calmar los ánimos son necesarias respuestas fuertes: no se puede dejar que gente armada recorra el centro de la ciudad, no se puede permitir que bandidos entren en una iglesia o en una mezquita”.

De hecho, explicaba, “la Iglesia en Centroáfrica es hoy el único refugio seguro y todos saben que la Iglesia está abierta a todos. Sentir que hay necesidad de dar refugio es lo que me hace quedarme”.

Junto a este refugio está su día ad día: “Vida de parroquia, con la catequesis, las celebraciones, los sacramentos. Nuestra Iglesia es muy joven, tiene menos de 100 años de vida, con todo el entusiasmo y las debilidades que esto comporta. Luego están las escuelas, desde las guarderías hasta los institutos, los dispensarios con proyectos para enfermos de sida y el acompañamiento a las mujeres embarazadas. Hacemos mucho también en el sector agrícola: en Centroáfrica el 80% viven de lo que produce la tierra. Hemos introducido nuevas técnicas de cultivo para el arroz que han aumentado mucho su cosecha; desde hace años hemos puesto en marcha ferias agrícolas, espacios para vender y festivos que ayudan a que los jóvenes vean un rostro positivo del país”.

 

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