El regalo mozambiqueño de las Misioneras Combonianas al Papa
- On 15 de septiembre de 2022
OMPRESS-KAZAJISTÁN (14-09-22) Una “capulana” mozambiqueña, una especie de pareo con el que se lleva a los niños a la espalda, ha sido el regalo de las Misioneras Combonianas al Papa Francisco, en recuerdo de la misionera María De Coppi, asesinada el día 6 en su misión de Mozambique. Y ha sido la periodista de COPE, Eva Fernández, quien se lo ha entregado en el avión rumbo a Kazajistán.
Como explica la nota de las Misioneras Combonianas, que también se ha entregado al Papa, la capulana “es el símbolo de la vida del pueblo de Mozambique así como de tantos otros pueblos en África; de modo particular en la zona de África subsahariana. Es un objeto de la mujer, incluso para las más pobres, porque con él ellas cuidan la vida, desde su inicio hasta su final. Cuando nace un niño se le envuelve en la capulana de la mamá, y en el tiempo que va creciendo la madre lo lleva a su espalda atado con la capulana. Cuando una mujer joven se casa expresa su belleza con la capulana más bonita que haya y a su madre se le manifiesta la gratitud por haber educado y hecho crecer a su hija regalándole capulanas de lujo. Un modo de manifestar la belleza en la liturgia es con las capulanas de distintos colores. A través de ellas el pueblo expresa su fe, el misterio de la vida de Jesús. Cuando alguien se pone enfermo, se le cubre con la capulana. Y también cuando muere viene sepultado en la tierra envuelto en una capulana”.
La misionera María de Coppi fue asesinada el 6 de septiembre en el ataque a su misión de Chipene, en el sur de Mozambique, por un grupo yihadista. El resto de las misioneras pudo escapar. Pero la situación del país resulta descorazonadora con 800.000 personas que han tenido que huir de sus hogares en las zonas más golpeadas por estos ataques, y la situación de miedo y terror generalizados.
Por eso, “hemos elegido este símbolo (la capulana)”, continuaba la nota de las Misioneras Combonianas, “para presentar al Papa Francisco la vida del pueblo de Mozambique que en este momento necesita ser cuidado. Necesita ser protegido con la capulana de la oración, de la justicia, de la proximidad, de la solidaridad”, concluía la nota firmada por la superiora general de la congregación, la hermana Luigina Coccia.