Libre, y brutalmente golpeado, el misionero italiano secuestrado en Nigeria
- On 6 de julio de 2022
OMPRESS-NIGERIA (6-07-22) La policía nigeriana, según un comunicado hecho público por ella, liberaba al misionero italiano secuestrado el pasado domingo. El padre Luigi Brena, de 64 años, había sido secuestrado en Ogunwenyi, en el Estado de Edo, en la zona suroccidental de Nigeria. Según la policía fue liberado en una operación de las fuerzas del orden que, tras seguir a los secuestradores, hasta su campamento, se enfrentó a disparos con los secuestradores. Tres de ellos fueron detenidos, mientras que el resto de la banda huía, abandonando al misionero, que fue trasladado con urgencia al hospital universitario de Igbinedion. Esta es la versión de la policía.
La reconstrucción de los hechos del secuestro del misionero la ha realizado el padre Michael Oyanoafoh, canciller de la archidiócesis de la ciudad de Benín, Nigeria. Y no coincide exactamente con lo contado por la policía. Ha contado que el padre Luigi estaba viendo el partido de fútbol de los niños del pueblo alrededor de las 5 de la tarde, frente al edificio de su comunidad, los padres somascos. De repente algunos pastores sospechosos se lanzaron al asalto a tiros. Los chicos que jugaban al fútbol huyeron y el padre Luigi fue capturado antes de que pudiera refugiarse en la casa. Le golpearon, y le agredieron con un machete en la cabeza por lo que ha perdido media oreja. Después se lo llevaron a rastras. Tras media hora de caminata lo volvieron a golpear. Desmayado, lo abandonaron al creerlo muerto. “Cuando recuperó la conciencia – cuenta una nota enviada por la archidiócesis nigeriana a la Conferencia Episcopal Italiana – volvió a casa en un charco de sangre”. Los otros religiosos de la comunidad que se habían escondido lo llevaron de inmediato al hospital. El misionero, natural de la región italiana del véneto, se encuentra bien, a pesar de los maltratos sufridos. La versión de la archidiócesis es la misma que ha dado a la SIR, la agencia de noticias de la Conferencia Episcopal Italiana, el padre José Antonio Nieto Sepúlveda, Superior General de los Padres Somascos, que está en contacto directo con el padre Luigi, y los dos religiosos nigerianos que viven en la misma comunidad. “Los otros dos padres nos advirtieron de inmediato – explicaba el padre Sepúlveda –. Según ellos, son terroristas musulmanes que vienen del norte de Nigeria con vacas. Tenían la intención de secuestrarlo para pedir rescate. Realmente lo masacraron. Por suerte no tuvo daños en huesos y órganos internos”. Ha hablado con él y “está bien, está tranquilo, es una persona muy positiva. Dijo: Demos gracias a Dios que todavía estoy aquí. Tiene la cabeza vendada, la oreja cosida y todavía está en el hospital”. El padre Sepúlveda estuvo en Nigeria hace tres semanas, poco antes de la masacre en la Iglesia católica de San Francisco Javier en Owo, ya que en Nigeria, los somascos tienen tres comunidades y unos 25 religiosos. Cada comunidad tiene una parroquia, una casa de formación y una casa para huérfanos, cuya asistencia forma parte del carisma específico del instituto. Llevan en Nigeria 17 años. El padre Luigi Brena está en la comunidad donde fue secuestrado desde hace unos diez años, antes había estado en Filipinas.
En el mismo estado de Edo donde ha tenido lugar el secuestro del padre Luigi ha sido donde hace unos días fueron secuestrados otros dos sacerdotes nigerianos, el padre Peter Udo y el padre Philemon Oboh. Otro sacerdote nigeriano fue secuestrado el lunes 4 de julio, en Zambina, en el otro extremo del país, en el estado nororiental de Kaduna. Se trata de Emmanuel Silas párroco de la Iglesia de San Carlos de Zambina. Los secuestros de sacerdotes católicos han aumentado en Nigeria, pero también lo han hecho los de ciudadanos comunes, tanto nigerianos como extranjeros. El pasado 29 de junio, cuatro ciudadanos chinos fueron secuestrados en un ataque a la mina de Ajata Aboki, causando además un número indeterminado de muertos y heridos.