El milagro de Denis
- On 16 de enero de 2020
En el nuevo número de la revista Gesto, el cómic “¡Menuda Historia!” nos trae una historia que no te puedes perder. El misionero Edu cuenta a sus sobrinos algo único que está ocurriendo en Albania y cuyo protagonista es Denis, el pequeño misionero que nos ha conmovido a todos.
Queremos ofreceros también las palabras de Eva Maldonado, una misionera española en Albania que le cuida y le conoce muy bien, que fue quien contó al tío Edu –personaje del comic- esta gran historia:
“Os quiero acercar a la vida de un chico que vive en Memaliaj, un pequeño pueblo de la ciudad de Gjirokastro en la que soy misionera, al sur de Albania. Cuando tenía 10 años, comenzó a padecer la enfermedad de Duchenne, una enfermedad que va atrofiando tu cuerpo hasta que te deja sin vida. Denis no se resistió en ningún momento y siguió adelante con ánimo y fuerza viviendo y transmitiendo vida a todos los que se acercan a él.
Como no podía andar, recibía las clases en su casa gracias a una maestra que lo visitaba cada semana. Así pudo continuar sus estudios. Pero su enfermedad avanzó tanto que solo podía hablar y mover ya autónomamente los dos dedos pulgares de las manos. Con esta poca movilidad Denis se comunicaba con el mundo exterior a través de Facebook.
Un día Denis busco en Facebook la dirección del obispo de nuestra diócesis y le dijo a su madre que tenía que ir a esa casa y decirle al obispo que necesitaba ayuda. Su familia es musulmana por lo que su madre, Lida, se sorprendió. Sin embargo, hizo caso a su hijo y se fue a buscar a Monseñor Giovanni Peragine, italiano y misionero 21 años en Albania. Tras recibirla y conocerla, este obispo se puso en contacto con nosotras, las misioneras de Cristo Rey, ya que somos la comunidad católica más cercana. Y nosotras fuimos a visitar a la familia de Denis.
En la primera visita, me impacto sobre todo su sonrisa y su forma de vivir la enfermedad. Nos pidió ayuda para una silla de ruedas porque llevaba ocho años sin ver la calle, ya que no podían comprarla porque es muy cara y allí no hay sistema de seguridad social ni servicios sociales con medios como aquí. Así que nos pusimos en busca de una silla para Denis y también buscamos ayuda para sus medicamentos, que son muy caros. Algunos colegios nuestros en España, como Cristo Rey de Las Rozas en Madrid, nos enviaron ayuda para Denis. Pero él no quería solo ayuda material.
Poco a poco nos fue pidiendo que le enseñáramos cosas de Jesús de Nazaret. Le regalamos una Biblia y dormía con ella bajo la almohada porque decía que así hablaba mejor con Jesús. Una de las frases que más me impactaron de él fue que decía que “si hubiera estado normal hubiera sido sacerdote”, pero que él sabía que igualmente estaba en el corazón de Jesús. Así, tras un tiempo pidió el bautizo, y también su hermana Adela, de 12 años, junto con su amiga Magdalena, de 10. Tras unos meses de catequesis semanales, se bautizaron los tres con aquel sacerdote misionero que recibió a su madre: monseñor Peragine.
Entonces Denis quiso elegir Diego como nombre de bautizo, pues le encantaba el fútbol y, en especial, Diego Maradona. Y comenzó a decir que toda su familia tenía que ser cristiana porque así lo quería Jesús. Ahora sus padres se están preparando para ser bautizados y también un grupo de familias a las que atienden en catequesis un matrimonio misionero albanés, Gasper y Benedicta.
Pero, además, Denis me pidió que fuésemos a jugar un día en semana con los niños del barrio. Así que todas las semanas un grupo de jóvenes de Gjirokastro y yo vamos a jugar allí. Cada día, después de los juegos, expresábamos nuestro agradecimiento a Dios por el día con los ojos cerrados y aprendiendo juntos el Padrenuestro. Y ahora, poco a poco, estos pequeños quieren conocer también a Jesús para bautizarse.
Nosotras, la comunidad de Hijas de Cristo Rey de Gjirokastro, lo llamamos “El milagro de Denis”. Un chico que, en nuestra sociedad, estaría desahuciado y quién sabe si lo habríamos eliminado y por no contar con una “vida digna” ha hecho nacer la Iglesia Católica en su ciudad. En un lugar donde no se había escuchado hablar de Jesús, un paralitico ha sido el portavoz de esta buena noticia para todos. Y Denis, o Diego como se llama después de bautizado, sigue haciendo “milagros”.
Gracias a Dios que sigue dándonos signos de vida en esta tierra de la mano de los más pequeños.”
No os perdáis el comic que le hemos dedicado ni el testimonio de la misionera Eva, que nos ha contado un poquito más de su misión en Albania para la sección Misioneros por el Mundo.