Herencias y Legados

Tu herencia tiene una misión

Muchas personas dejan su herencia a las misiones, porque la Iglesia misionera sigue adelante “gracias al óbolo de la viuda, a la contribución de toda la multitud de personas que se sienten sanadas y consoladas por Jesús y que, por ello, por su inmensa gratitud, donan lo que tienen”, dice el Papa Francisco sobre las ayudas que reciben las Obras Misionales Pontificias.

Tu herencia tiene una misión. Una misión universal.

Dejarla a las Obras Misionales Pontificias es dejarla a toda la Iglesia misionera.
Con este gesto ayudarás no a una sola misión o misionero, sino a los 1.119 territorios de misión. Tu herencia se dividirá, literalmente, en 1.119 partes, haciendo que hasta el último céntimo llegue a todos los confines de la tierra. Católico quiere decir “universal” y usted lo puede ser con su herencia.

De alguna manera, lo poco o mucho que hayas dejado tras tu paso por este mundo formará parte de cada una de estas diócesis, vicariatos apostólicos y puestos de misión. Al colaborar con estas “Obras del Papa” de ahí lo de Pontificias te sumarás a la labor de tantas religiosas, sacerdotes y catequistas que dedican su vida a la evangelización.

Hacerlo es relativamente sencillo. Tu testamento ha de recoger el nombre, OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS, y para especificar más, el CIF (R 2800229 C), con el domicilio social, c/ Fray Juan Gil, 5, Madrid. Si designas a las Obras Misionales Pontificias como única heredera de tus bienes, conviene que confíes tu testamento a una persona de confianza que, cuando fallezcas, pueda ponerse en comunicación con nosotros y haga posible que se lleven a cumplimiento tus últimas voluntades.

Si deseas más información contacta con nosotros:

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La labor de la Iglesia misionera a la que apoyarás con tu herencia la explica muy bien el Papa Francisco

Todo lo que está dentro del horizonte de las bienaventuranzas y de las obras de misericordia está de acuerdo con la misión, es ya anuncio, es ya misión. La Iglesia no es una ONG, la Iglesia es otra cosa. Pero la Iglesia es también un hospital de campaña, donde se acoge a todos, así como son, se curan las heridas de todos. Y esto forma parte de su misión. Todo depende del amor que mueve el corazón de quien hace las cosas. Si un misionero ayuda a excavar un pozo en Mozambique, porque se ha dado cuenta de que es necesario para aquellos a los que bautiza y a los que predica el Evangelio, ¿cómo se puede decir que esa obra está separada del anuncio? Se puede hacer también misión según Cristo construyendo campos de fútbol para los niños de la periferia de Buenos Aires. Una hermana que trabaja en un hospital, quizá entre personas no cristianas, anuncia el Evangelio a través de la caridad con la que cura a los enfermos, y así manifiesta su amor por Jesús y el amor de Jesús a los enfermos“.