EN ESTE NÚMERO…
Además de incluir los temas recogidos en su edición digital, la versión en papel de Misioneros entrevista a Jesús María del Barrio, segoviano, del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), que ha regresado a España después de más de medio siglo de misión en África. Tras esos 53 años de vida dedicada a las comunidades de Zimbabue, repasa la historia de lo que ha sido su vocación, para afirmar que, “una vez que conoces a Cristo, quieres proclamarlo y compartirlo”. Ahora, en la distancia, como “misionero de retaguardia”, muestra la huella que la misión y las personas a las que ha servido han dejado en él; un profundo amor que sigue vivo.
Luis Antonio Fernández Aguado es, por su parte, el protagonista de nuestra sección “Misión viva”. A sus 62 años, este agustino recoleto nacido en tierras palentinas atesora ya una larga e intensa experiencia misionera, que le llevó, en 1997, a una Sierra Leona en medio de la “guerra de los diamantes”. Después, en 1999, fue destinado a Lábrea, Brasil, en plena “Amazonia profunda”. Allí continúa 26 años después, tratando de “unir e integrar los sueños social, cultural, ecológico y eclesial en la misión”. “El asunto –remarca- está en dar respuesta a los signos de los tiempos que nos piden cambios eclesiales profundos en el ser y en el modo de entender la misión, y en ello trabajaremos”.
Y, en plena resaca de la celebración de la cumbre climática de la COP30 en Belém (Brasil), nuestra sección “En el objetivo”, acompañando a una foto de las últimas inundaciones ocurridas en Filipinas, se centra en “la rebelión de la tierra”, con “lluvias desbocadas que provocan crecidas de cauces a niveles extremos e inundaciones arrasadoras que se llevan vidas y hogares. Pero también, llamaradas de calor, sequías prolongadas e incendios forestales indomables. Triste repertorio de efectos del calentamiento global…”.