REVISTA MISIONEROS

Misioneros Tercer Milenio es una publicación editada por OMP en colaboración con 18 institutos misioneros. Nace en el año 2000, pero es heredera de la labor al servicio de la misión de la Iglesia y del espíritu universalista desarrollada por sus predecesoras: las revistas “Pueblos del Tercer Mundo” y “Catolicismo”.

Misioneros Tercer Milenio está destinada a los adultos, y permite estar informado sobre la actualidad misionera en todo el mundo. A través de sus páginas se puede conocer la realidad de los pueblos en los que realizan su labor nuestros misioneros, con acceso de primera mano a sus testimonios, vivencias, experiencias y opiniones.

La revista también refleja la situación de la Iglesia católica y de sus fieles en los países de misión, y las actividades de animación misionera que realizan en España las Direcciones Diocesanas de OMP y Delegaciones de Misiones.

EN ESTE NÚMERO…

Además de incluir los temas recogidos en su edición digital, la versión en papel de Misioneros entrevista al sacerdote de los Padres Blancos (Misioneros de África) José María Cantal Rivas. A sus espaldas, 23 años construyendo puentes entre culturas y religiones por tierras argelinas y la ilusión de continuar con su labor en un nuevo destino, la ciudad musulmana de Adrar, en pleno desierto y donde los cristianos se cuentan con los dedos de la mano. Pero no importa, como él mismo señala, “si la Iglesia solo estuviese en los lugares donde tiene éxito, sería puro marketing”. Su misión, más allá de las palabras, es ser testimonio vivo del cristianismo, promoviendo la convivencia y el diálogo en un entorno donde seguir a Jesús implica retos cotidianos.

El protagonista de nuestra sección “Misión viva” es otro padre blanco. Se trata del misionero segoviano Jesús Mari Velasco, que, tras toda una vida de más de 50 años entregado a la labor evangelizadora, ha retornado en 2024 a España. Después de un viaje constante por el mundo por tierras de Zambia, Etiopía, Inglaterra, Tierra Santa, México, Argentina, Ghana, Italia y, finalmente, el país de sus orígenes, apunta con resignación, “es momento de descansar”. Merecido lo tiene con esa larga experiencia misionera acompañando, hablando y sirviendo a todas esas personas que sufren y que necesitan a alguien a su lado que les comprenda y les quiera, igual que Dios hizo con él. “Ser misionero ha sido la mejor manera de agradecer al Señor su amor hacia mí”, concluye.

Finalmente, en nuestra sección “Ayudamos a…”, nos hacemos eco de la gran respuesta de generosidad de los católicos españoles más pequeños que, a través de la Obra Pontificia de  la Infancia Misionera, han hecho llegar casi 150.000 euros para atender algunas de las múltiples necesidades de la Iglesia hermana de Zambia. Desde el país africano se muestran “profundamente agradecidos” y desean a las Obras Misionales Pontificias de España “todo lo mejor en su continuo apoyo al trabajo misionero en todo el mundo”.

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