Verano misión: Jóvenes valencianos parten a Togo, Perú, Honduras y Ecuador

  • On 6 de julio de 2018

OMPRESS-VALENCIA (6-07-18) Varios grupos de jóvenes de la diócesis de Valencia partirán este verano para estar ayudar y estar al lado de los misioneros en Perú, Togo, Honduras y Ecuador. La delegación de misiones de Valencia les ha ofrecido formación a lo largo del curso para que puedan colaborar con ellos. Se trata de “vivir unas vacaciones comprometidas, colaborando con proyectos sociales y de anuncio del Evangelio”, han indicado fuentes de la delegación, según informa AVAN.

Así, a Perú partirán en total cinco jóvenes para ayudar al colegio Santo Tomás de Valencia en la localidad de Adesesep, fundado por el sacerdote valenciano Vicent Font y que actualmente ha conseguido escolarizar a cerca de 700 niños de barrios pobres surgidos en los cerros de las montañas que rodean Lima.

Para todos ellos será la primera vez que participen en una experiencia misionera y realizarán actividades de repaso escolar para alumnos con necesidades y ayudarán en la catequesis a los niños que se están preparando para realizar su Primera Comunión en la parroquia, según las mismas fuentes.

Por su parte, otro grupo formado también por cinco jóvenes viajará, a finales de julio, a tierras africanas, más concretamente a Dapaong, en Togo. En este caso, son jóvenes ya experimentados en la misión y acudirán hasta allí invitados por la misionera de Cheste, María Amparo Checa, recientemente nombrada responsable general de la congregación Servidoras del Evangelio.

En Dapaong ayudarán a las hermanas en su labor con la Iglesia nativa en tareas de evangelización, coordinarán la catequesis, gestionarán un hogar de jóvenes y una biblioteca donde los estudiantes acuden para estudiar o hacer los deberes “ya que muchos de ellos carecen de luz eléctrica en sus casas”, y acompañarán a jóvenes y niños enfermos de SIDA.

Igualmente, tres jóvenes viajarán hasta Honduras este verano para ayudar a las Hermanas del Sagrado Corazón en Nuevo San Juan, una colonia formada tras el paso del huracán Mitch en 1998. Las religiosas, a través del proyecto “Casa de la esperanza” para niños, jóvenes y mujeres, apoyan a los colectivos más desfavorecidos y afectados por la pobreza que asola la zona.

En Nuevo San Juan “hay muchas familias desestructuradas. No hay fuentes de trabajo; la gente sale a trabajar a las maquilas, los pocos campos bananeros que el huracán dejó o a la ciudad de San Pedro. Hay muchos con trabajo eventual y también desempleados”, según las mismas fuentes. Los sueldos de la mayoría de las personas no llegan para una alimentación adecuada pues el coste de la cesta de la compra es muy alto para el sueldo que perciben. El agua no es potable, por tanto no se puede beber, sin embargo, hay familias que lo hacen ya que no pueden comprarla, han añadido.

Junto al delegado de Misiones de Valencia, el sacerdote Arturo García, viajará también un grupo de seminaristas -de los que es director espiritual- a Ecuador. Allí ayudarán a los misioneros valencianos Ramón Peris y Rafael Alventosa en labores parroquiales y también de atención a familias afectadas por el terremoto que sufrió el país. A través de la parroquia de San Patricio se atiende a más de 50.000 personas en la ciudad portuaria de Manta. Además, la labor pastoral de la iglesia incluye el reparto de una canastilla de alimentos de primera necesidad una vez a la semana a aquellas familias más necesitadas así como ayuda para costear las facturas de agua y luz. Igualmente, la propia misión cuenta con una farmacia y un centro médico con voluntarios especialistas.

Para compartir un mes de verano con un misionero, las personas interesadas deben en primer lugar contactar con la Delegación de Misiones del Arzobispado de Valencia, (96 392 24 12, misiones-valencia@omp.es), y asistir a las reuniones preparatorias mensuales que ofrece a lo largo del curso para dar a conocer la labor de los misioneros y explicar los proyectos que se desarrollan actualmente. Igualmente, a lo largo del año la delegación organiza diferentes actividades para trabajar la dimensión misionera, como campamentos con niños de Infancia Misionera y un Encuentro Nacional de Jóvenes Misioneros. Finalmente, los interesados en participar en una experiencia misionera tienen que completar su formación en una “convivencia de envío”.

 

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