Una vocación contemplativa madurada en la misión
- On 19 de septiembre de 2018
OMPRESS-BURGOS (19-09-18) El pasado 15 de septiembre la joven valenciana Irene Zanón González celebraba el rito de entrada en el convento Iesu Communio de La Aguilera, Burgos. Esta joven de 23 años escuchó la llamada de Dios a su vocación religiosa precisamente durante una experiencia misionera para jóvenes en Perú, organizada por las Obras Misionales Pontificias de Valencia. Era el verano de 2017.
Como ella misma cuenta, durante el pasado año ha estado discerniendo su vocación y fue, de nuevo durante el verano, cuando confirmó su decisión de dedicarse a la vida contemplativa. Así lo manifestó durante la ceremonia de admisión como novicia. En este verano, mientras vivía una nueva experiencia misionera en Dapaong, Togo, descubrió que su verdadera misión no era ser misionera ad gentes sino la de convertirse en misionera desde la oración.
Irene es ingeniera industrial y trabajaba para una multinacional con implantación en toda Europa. Lo ha dejado todo por seguir “lo que de verdad importa”.