OMPRESS-ITALIA (14-09-22) Hoy se inaugura en Verona, la exposición “Una promesa que continúa”, un acto más en los que se han ido sucediendo para conmemorar los 150 años de la fundación de las Misioneras Combonianas. Siempre con el recuerdo de María De Coppi, la misionera comboniana recientemente asesinada en Mozambique.

La casa madre de las “Pie Madri della Nigrizia” – su nombre de fundación – en Verona, en via Santa Maria in Organo 1, acogerá esta exposición que recorre la historia del instituto y sienta las bases para el futuro. En declaraciones a la Conferencia Episcopal Italiana, la superiora de esta casa, la congoleña Sor Esperance Bamiriyo, explicaba que “tener la responsabilidad de esta casa comprada por nuestro fundador Daniel Comboni es una gran alegría para mí, porque me recuerda todo el camino recorrido en este lugar durante estos 150 años de historia y las muchas hermanas que han cuidado este lugar antes que yo”.

La superiora general, sor Luigina Coccia señalaba que la congregación sufrió “un duro golpe cuando, poco después de su fundación, murió Daniel Comboni. Pero la previsión de las hermanas que habían compartido la misión con él hizo que este precioso tesoro no se perdiera. Así, a pesar de las dificultades, y sabiendo responder cada cierto tiempo a las nuevas necesidades, el instituto ha llegado al final de un siglo y medio”. Hoy hay 1.017 hermanas combonianas en el mundo, pertenecientes a 34 nacionalidades (608 europeas, 248 africanas, 157 americanas, 4 asiáticas), pero la edad media es de 70 años y esto requiere una reflexión que estará en la agenda del XXI Capítulo General que se reunirá en la Casa Madre del 1 al 26 de octubre. “Dado que las hermanas estamos en un proceso de disminución, podría surgir la tentación de retirarnos a los países donde ya estamos”, concluye sor Coccia, pero, en su opinión, “deberíamos reorganizarnos para que el instituto siga expandiéndose a tantos países como sea posible, quizás con menos asistencia y aumentando la colaboración con otras congregaciones, porque creemos que cada realidad humana, cada cultura, cada Iglesia tiene mucho que darnos”. La exposición permanecerá en Verona hasta el 25 de octubre, para después recorrer las diversas casas de la congregación.