Una Iglesia en Kohima, levantada con esfuerzo y generosidad
- On 16 de febrero de 2021
OMPRESS-INDIA (16-02-21) Gracias a la ayuda de la Obra de la Propagación de la Fe, el Domund, se ha construido por fin la nueva Iglesia de San Francisco de Sales en Najauna, en la diócesis india de Kohima, muy cerca de la frontera con Myanmar. Se trata de una zona muy remota, donde viven 16 tribus conocidas como tribus Naga. Unos 450 de ellos son católicos, y viven distribuidos en diferentes aldeas de la parroquia de Tening, que engloba a la aldea de Najauna. Dado que carecían de una iglesia, su construcción ha sido uno de los proyectos incluidos en el plan pastoral decenal de la diócesis (2016-2025), que tiene como lema: “una iglesia digna en cada comunidad católica”.
Las comunidades cristianas son una exigua minoría en la zona, por lo que, sin iglesia, estas pequeñas comunidades corrían el riesgo de no ser tenidas en cuenta por la comunidad protestante de la Iglesia bautista, un poco más numerosa. Ahora la nueva iglesia es una realidad y da a la comunidad local una identidad, un lugar de encuentro y de referencia para todas las actividades eclesiales principales: la celebración Eucarística y de la Palabra de Dios, los encuentros semanales de jóvenes, mujeres y niños.
La comunidad local ha contribuido no sólo económicamente, sino también con el trabajo manual, superando muchos desafíos. El transporte de los materiales de construcción ha sido quizás el más arduo de estos desafíos. Los materiales han tenido que ser transportados desde la ciudad de Dimapur, a unos 125 km de la aldea de Najauna. La aldea se encuentra en una zona muy remota y no tiene conexiones por carretera. Debido a esto, la comunidad de Najauna transportó a hombros todos los materiales durante los últimos kilómetros, y sólo durante los meses sin lluvias, de diciembre a mayo.
La pandemia ha influido retrasado el progreso de las obras, que se han tenido que interrumpir y retrasar. A pesar de todas las dificultades, el proyecto ha sido completado gracias a la valentía y a la fuerza de voluntad de los fieles, y la colaboración de tantos católicos del mundo con su generosidad con el Domund.