Una hermana india en lucha contra el tráfico de personas
- On 12 de junio de 2024
OMPRESS-INDIA (12-06-24) La hermana Grasy Luisa Rodrigues, religiosa de las Hijas de la Caridad Canossianas, lleva 13 años combatiendo trata de personas en los estados indios Maharashtra, Gujarat y también en Goa. Desde Bombay, trabaja en la defensa de mujeres vulnerables y niños que viven en barrios marginales. Es lo que llevó a los organizadores del premio Sisters’ Anti-Trafficking Awards (SATA) – Premios Hermanas contra la Trata de Personas – a otorgarle el pasado 23 de mayo este galardón que hiciera visible la labor diaria de esta religiosa. Un premio promovido por la Fundación “Arise”, una organización que lucha contra situaciones de esclavitud, la Unión Internacional de Superiores Generales y la Fundación Conrad N. Hilton, que tan volcada está en ayudar a las religiosas católicas en cualquier parte del mundo. La religiosa canossiana ha recibido su galardón, una hermosa bufanda y 20.000 dólares, que la hermana destinará a sus labores de ayuda.
La hermana Grassy es trabajadora social y ha dirigido seminarios de sensibilización, dirigidos a los más vulnerables, sobre seguridad, derechos humanos, dignidad humana, protección contra la explotación sexual y otras lacras sociales. También ha buscado a través de cursos de alfabetización de adultos, conocimientos de informática, moda o derecho, dar la capacidad a mujeres y niños de vivir una vida digna, aunque se enfrenten a muchos desafíos en cuanto a sus medios de vida, sanidad y acceso a los programas de bienestar del gobierno. Como trabajadora social, la hermana ha ayudado en la rehabilitación de quienes han sobrevivido a la trata y ha asistido a rescates de personas como parte de su trabajo. Lleva a cabo campañas de concientización sobre la trata de personas en hoteles, universidades, aldeas, escuelas y barrios marginales cercanos con el apoyo de las fuerzas del orden. Además, ha puesto en marcha campañas puerta a puerta, espectáculos callejeros, concursos y manifestaciones para prevenir la trata de personas, buscando la cooperación y el apoyo de otras personas y organizaciones.
Uno de los lugares donde centra su trabajo está en Goa, en el oeste de la India. Goa es un destino turístico conocido por sus playas y atracciones vacacionales. Tiene una naturaleza encantadora y personas de diferentes culturas conviven o visitan la ciudad. En ocasiones esto lleva a formas de delincuencia, como la prostitución, la trata de personas y el consumo de drogas. En 2022, se convirtió en miembro fundador de la ONG “Mukti Kiran” (Rayo de Liberación). Esta organización trabaja con la policía de Goa para prevenir la trata de personas. Allí la hermana Grassy y sus compañeras canossianas intentan que la educación aleje de las redes de tráfico de personas a niños y mujeres. En Goa también viven inmigrantes de diversas partes de la India en busca de una vida mejor y un empleo, y no les resulta sencillo, ya que carecen de seguridad social, recursos para tener una vivienda asequible, servicios sanitarios y una fuente estable de ingresos. Viven en barrios marginales, donde las condiciones y las comodidades son terribles. Ellos son pobres. Hay escasez de agua potable para uso y consumo doméstico.
Las religiosas buscan involucrar a la policía, otras ONGs, instituciones religiosas y gente corriente, conscientes de que su lucha es una pequeña parte de un panorama más amplio. Su objetivo lo tienen claro. Así lo explicaba la hermana Grassy al recibir el Premio SATA, “necesito que mis hermanas, los demás y Dios traigan esperanza al mundo, especialmente a las mujeres y los niños pobres, para que puedan experimentar el amor y la misericordia en sus vidas”.