Una colonia de católicos indios en torno a Santa Ana

  • On 28 de septiembre de 2020

OMPRESS-ISLA MAURICIO (28-09-20) La capilla de Santa Ana tiene 150 años de historia y es el lugar de culto de referencia de los católicos indios en la Isla Mauricio, descendientes de los emigrantes indios que fueron a la isla a trabajar en los campos de caña de azúcar. Este pasado sábado tenía lugar una ceremonia en que se desvelaba una placa conmemorativa en esta capilla situada en la localidad de Stanley, dejando constancia de su carácter de patrimonio nacional de las Islas Mauricio. El motivo: está ligada a las raíces culturales de un gran número de ciudadanos de este país insular situado en medio del Océano Índico.

La capilla está íntimamente ligada a la historia de los indios de fe católica que formaron parte del contingente de trabajadores llegados desde la India para trabajar en el sector azucarero de Mauricio. Una historia que se recordó este sábado con una conferencia, una exposición y una misa presidida por el cardenal Maurice Piat, obispo de Port-Louis. Aquellos emigrantes indios católicos fueron empleados como trabajadores en lo que entonces se llamaba Stanley Sugar Camp. Desde 1834 hasta 1907, llegaron a Mauricio 461.814 emigrantes indios. Para ellos se donó y habilitó un lugar donde pudieran tener una capilla y poder rezar, el lugar que hoy ocupa la Capilla de Santa Ana, y los sacerdotes que les atendieron en aquella época no eran otros que misioneros jesuitas llegados de las Misiones de la India. La capilla comenzó como una cabaña de paja, hasta convertirse en 1876 en la primera parroquia con la colocación de la primera piedra. La capilla ha sufrido las mismas desgracias que sus feligreses, quedando arrasada en un ciclón en 1892 y de nuevo en 1931.

Para mantener la herencia indo-católica de los hijos de aquellos emigrantes se creó en 1952, que cuenta con sucursales en once localidad de la isla, la Asociación Católica Indo-Mauriciana (IMCA), que fue la que organizó los actos de este pasado sábado y cuyo principal propósito, así lo reconocen, no es otro que “es promover los valores inspirados en las enseñanzas de Jesucristo que están en el corazón mismo de la fe de los cristianos en general, así como de la cultura india entre sus miembros”.

 

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