Un misionero que dedicó toda su vida África
- On 6 de mayo de 2024
OMPRESS-MADRID (6-05-24) El pasado miércoles fallecía en Madrid el misionero José María Sarasola Celaya, tras toda una vida dedicada a la misión en África y para África. Miembro de los Padres Blancos, llegó a Burkina Faso –entonces Alto Volta– el 11 de enero de 1965, hace casi 60 años. José María llevaba hospitalizado casi dos semanas por una insuficiencia renal y otras complicaciones que han ido surgiendo, cuentan los Misioneros de África-Padres Blanco, que pedían “a Dios que lo acoja en su amor y su paz y le dé su descanso. Recemos por él y acompañemos con la oración a su familia”.
Nacido en San Sebastián el 20 de octubre de 1938, tras entrar en la Sociedad de los Misioneros de África, se ordenó sacerdote el 3 de agosto de 1964. Al poco tiempo el 11 de enero de 1965, llegaba como vicario a Ouakara, diócesis de Nouna, en Burkina Faso. Tras una breve estancia en 1970 como formador de futuros misoneros. Volvía a Burkina Faso, a Kiembara, en la misma diócesis de Nouna, de allí pasaría a Bomborokuy y Boni. En 1990 fue nombrado director del mayor centro de información y documentación sobre África de España, el CIDAF. Desde el mismo invitó a participar en una apuesta por el desarrollo integral sobre la base de la diversidad cultural, eliminando prejuicios al reconocer la dignidad de las sociedades de África. En 1999 pudo volver de nuevo a su querido Burkina Faso, en esta ocasión a la capital, Uagadugú. Volvió a España definitivamente en 2010 donde fue consejero provincial.