Un “mar de manos” por la reconciliación

  • On 1 de junio de 2022

OMPRESS-AUSTRALIA (1-06-22) Se trata de un proyecto artístico realizado por y para niños que han puesto en marcha los colegios católicos de Brisbane, con la vista puesta en las culturas indígenas de Australia. Las manos, hechas en papel y con un texto en la palma, se han clavado en el jardín de la catedral de San Esteban creando un verdadero mar de solidaridad.

Son nada menos que 30.000 los alumnos católicos de Brisbane, y muchos de ellos, sobre todo los más pequeños, han sumado su mano a esta “performance” artística. Como han explicado los organizadores las manos tienen el tamaño de la de cada uno de sus pequeños creadores y recogen en sus palmas mensajes de esperanza y preguntas que interpelan. El proyecto se creó sobre todo para la Semana de la Reconciliación Nacional que se extenderá hasta el 3 de junio con el tema “Sé Valiente. Haz el cambio”. Por eso, se pidió a los niños y a sus educadores que levantaran la mano y se comprometieran a conocer más las culturas aborígenes y de los isleños del Estrecho de Torres, y las comunidades en las que viven.

Por supuesto, no se ha tratado solo de una actividad plástica. En las últimas semanas se han llevado a cabo conversaciones, puestas en común y talleres. De ahí que los niños hayan escrito en las manos sus deseos y lo que querían saber sobre las culturas, historias y tradiciones aborígenes

La Iglesia australiana lleva más de 40 años a la cabeza de esta labor de reconciliación. Fue en 1989 cuando se creó Consejo Católico Nacional Aborigen y de Isleños del Estrecho de Torres (NATSICC), con la inspiración de la visita de Juan Pablo II a Australia en 1986, y sobre todo su discurso a los aborígenes en Alice Springs, donde hizo un canto de alabanza a la cultura aborigen australiana y les recordó que “reconocer los derechos territoriales de un pueblo que nunca ha renunciado a ellos no es discriminación. Es indiscutible que lo que se ha hecho no se puede deshacer. Pero lo que se puede hacer ahora para remediar lo que se hizo en el pasado no debe dejarse para mañana”. Siempre teniendo en cuenta que “el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo habla todos los idiomas”. Sus miembros son elegidos por sus comunidades locales a nivel estatal y territorial, por lo que se trata de una voz verdaderamente representativa de los católicos aborígenes e isleños del Estrecho de Torres, a los que la Iglesia australiana siempre escucha.

 

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