Tres religiosas galardonadas por su lucha contra la trata de personas

  • On 26 de noviembre de 2025

OMPRESS-ZAMBIA (26-11-25) Chad, Australia y Argentina, son los tres países en los que las hermanas Benjamine, Margaret y Martha tratan de prevenir que las personas sean explotadas, traficadas o usadas como cosas. Tres religiosas que luchan por la dignidad de personas con nombres y apellidos. Las tres han recibido el Premio contra la Trata de Personas 2025 en Lusaka, Zambia. Se trata de la tercera edición de los Sisters’ Anti-Trafficking Awards (SATAs) que se celebró el 21 de noviembre.

Representan a sus congregaciones religiosas y a las redes que luchan contra el tráfico de personas, integradas en Talitha Kum, la red mundial de congregaciones femeninas que se enfrenta a esta lacra. Se ha querido galardonar el valor que ellas y quienes las rodean han demostrado un valor, su creatividad y sus excepcionales logros en la protección de sus comunidades frente a la trata de personas.

La hermana Benjamine Nanga Kimala, Misionera Comboniana, en Chad, recibió el Premio al Bien Común, por su valentía y creatividad frente a la explotación. La hermana Margaret Ng, de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón, de Australia, obtuvo el Premio al Liderazgo en el Servicio, por su excelencia en la creación de redes. La hermana Martha Pelloni, de las Carmelitas Misioneras Teresianas, de Argentina, fue galardonada con el Premio a la Dignidad Humana, por su trayectoria vital en la lucha contra la explotación. Cada una de las galardonadas, en su intervención al recibir este reconocimiento, subrayó cómo la trata de personas está vinculada a injusticias estructurales y situaciones de vulnerabilidad que deben abordarse con urgencia, y cómo las mujeres son las principales víctimas. “Permanecer indiferente ante semejante sufrimiento es imposible. Como cualquier ser humano, las mujeres merecen respeto y dignidad. La igualdad de oportunidades no es un favor. Es una cuestión de justicia y humanidad”, declaró la hermana Benjamine Kimala.

Haciendo un llamamiento a todas las personas de buena voluntad para que marquen la diferencia, la hermana Margaret Ng señalaba la necesidad de cuestionarnos: “La pregunta que debemos hacernos es: ¿estás comiendo, usando o vistiendo la miseria de alguien? No importa quién seas ni dónde estés, puedes marcar la diferencia en la vida de las personas esclavizadas”. Las galardonadas también hablaron de los supervivientes que han conocido y acompañado, cuyas historias siguen guiando su labor. “Nunca olvidaré a Estelita. Tenía 15 años, silenciada por el miedo, atrapada por quienes se suponía que debían protegerla. Su voz rompió el silencio y comenzó un movimiento de sanación”, recordó la hermana Martha

Talitha Kum, la red de religiosas que lucha contra el tráfico de seres humanos, nació por iniciativa de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) y en los últimos 15 años ha dedicado silenciosamente sus esfuerzos a prevenir, rescatar, fomentar y rehabilitar a los supervivientes de la trata de personas, promoviendo la colaboración y el intercambio de información entre mujeres y hombres consagrados en 70 países del mundo para erradicar el flagelo de la esclavitud.

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