OMPRESS-SEGOVIA (27-06-23) La pasada semana tuvo lugar el encuentro de las delegaciones de misiones englobadas en la “región del Duero”, con la presencia del misionero Jesús Torres, que compartió sus vivencias de más de 50 años con la intervención “Misión en Mozambique, dificultades y esperanzas”.

En el encuentro estaban presentes misioneros, delegados, trabajadores y voluntarios de las delegaciones de misiones de Burgos, Palencia, Valladolid, Ciudad Rodrigo, Salamanca, Zamora y Segovia, que compartieron la jornada, celebrando la santa Misa, dialogando y compartiendo, y también visitando la ciudad. Jesús Torres Bravo, sacerdote de la diócesis de Segovia, es miembro del Instituto Español de Misiones Extranjeras. Fue protagonista del conmovedor vídeo de Vocaciones Nativas del pasado abril.

En su intervención explicó cómo la tribu Tsonga son unos 4,5 millones, en torno a un 15% de la población. Viven en la llanura costera meridional de Mozambique, en el Transvaal de Sudáfrica. Están organizados en pueblos independientes, con su propio territorio y un sistema fuertemente patrilineal y peculiar, ya que los hijos toman el apellido de la abuela paterna. Son pastores y agricultores, con la mandioca como base, además de maíz, mijo, sorgo y otros. Muchos emigran a Zimbabue o Sudáfrica para encontrar trabajo. Son polígamos, las esposas se compran a cambio de ganado. Las viudas pasan a pertenecer a los varones del linaje del marido. Son cristianos, pero mantienen sus costumbres tradicionales, atentos a los espíritus de los antepasados. Los infortunios se achacan a la rotura de un tabú, al enfado de un ancestro o a un sortilegio. Proliferan las sectas y, en lugar de analizar y estudiar lo que ocurre, se teatraliza la realidad y se buscan culpables de aquí y del más allá.

A pesar de las condiciones y “tradiciones” vigentes en el país, los misioneros al inicio y ahora la Iglesia local han conseguido crear seminarios, fomentar movimientos cristianos y sembrar la fe por lo que ahora hay entorno a 100 sacerdotes nativos y esperanza para uno de los países más pobres del mundo. En este mundo complejo e inestable hay motivos para la esperanza y es de destacar el compromiso con la evangelización.