Taller misionero de niños en Alcalá: educar en el amor a las misiones
- On 22 de noviembre de 2023
OMPRESS-ALCALÁ (22-11-23) Cada año, al comenzar el curso, la Delegación de Misiones de Alcalá envía un mensaje a los profesores de religión ofreciendo visitas a sus alumnos para hablarles de la misión y de las misiones. Cada año son más numerosas las peticiones de acudir, pero hay un colegio que destaca por ser siempre de los primeros en pedir una visita. Es el CEIPS Martina García de Fuente el Saz, con sus dos profesoras de religión Reme Ortiz y Conchi de Tomé, con una preciosa sensibilidad hacia las misiones que saben transmitir a sus alumnos.
Después de varios años de visitas al Centro, desde la delegación quisieron preparar algo especial, algo que eduque a los niños en el amor a la misión y en la colaboración con los misioneros. Así se pensó en hacer un mercadillo misionero, pero dando el protagonismo a los niños, que ellos mismos elaboraran colgantes y llaveros con motivos religiosos y que el beneficio fuera para las misiones. Así el pasado 3 de noviembre se llegó al colegio a las 10 de la mañana con el material necesario para enseñar a los niños a hacer los colgantes. Todo estaba organizado para que todos los alumnos de 5º y 6º de primaria pudieran participar en el taller misionero, y la dirección del centro facilitó la actividad.
Tras dos horas de trabajo, ya se habían completado un buen número de colgantes, pero no eran suficientes para un buen mercadillo. Por eso, los niños con sus profesoras se comprometieron a seguir trabajando y, antes de la Navidad, esperan tener el material para conseguir una buena colecta.
Educar a los niños en la preocupación por las necesidades materiales, pero sobre todo espirituales, de otros niños, es educarles en el amor, señalan desde la Delegación de Misiones de Alcalá. Y los niños te sorprenden con su respuesta. Una de las profesoras, Reme, escribía: “Os cuento que un niño de quinto vino con una pequeña bolsita de plástico y monedas de pequeña cuantía algunas y otras de euro. Con toda naturalidad y sencillez me dijo que había roto su hucha de cerdito para ayudar a los niños y poder llevar a sus hermanos un llavero a cada uno. Por otro lado, tres niñas, también de quinto. Una me ha dicho que ha hecho jabones, las otras, pulseras. Lo van a vender a sus conocidos y van a aportar dinero para los niños”.
Desde la delegación prometen contar cómo terminará todo y esperan, después de Navidad, montar un nuevo taller con los alumnos de secundaria de este mismo centro y con la misma finalidad: educarles, con su propio trabajo, en el amor y la colaboración con las misiones.