Solidaridad del pueblo boliviano con el Vicariato Apostólico de Pando
- On 4 de marzo de 2024
OMPRESS-BOLIVIA (4-03-24) Las inundaciones han afectado este año, en la época de lluvias, a diversas zonas de Bolivia, causando casi medio centenar de muertos y más de 30.000 familias afectadas. La Iglesia boliviana ha hecho un llamamiento pidiendo la solidaridad, para afrontar las necesidades más urgentes de los afectados. Han sido varios las zonas del país afectadas, pero la que más ha sufrido este desastre natural ha sido la zona andina y la del Vicariato Apostólico de Pando, en la Amazonía peruana. El desbordamiento del río Acre, afluente del río Purús, que lo es del Amazonas, ha inundado la ciudad de Cobija, donde se ha superado el registro histórico de inundación, alcanzando los 15.83 metros, y ha dejado 14 barrios bajo el agua y a más de 2.300 personas damnificadas. Además, informa la Conferencia Episcopal Boliviana, se vieron afectadas las comunidades de Bajo Acre, Bajo Virtudes y Belmonte.
“Todos los albergues, coliseos, están llenos acogiendo a los damnificados, los que tienen familiares también los llevan a sus casas, las parroquias también se están convirtiendo en albergues, hay gente repartida por todo lado…”, señaló el padre Elías Chiripi, párroco de la ciudad de Cobija. “Esperamos que ya no llueva, y no siga subiendo el agua de los ríos, porque hubo algo parecido el 2015, la gente está asustada, están atentos a la inundación y necesitan víveres, por eso pedimos a la población su colaboración, es urgente ayudar a nuestros hermanos de Pando”, señalaba el sacerdote.
El vicario apostólico de Pando, el misionero Eugenio Coter, hacía el viernes un llamamiento de solidaridad a todo el pueblo boliviano: “La solidaridad de los bolivianos para con los hermanos de Pando es fundamental, porque en estos casos, con la emergencia que existe se debe responder a sus necesidades y esto se hace con el desprendimiento de las personas, todo lo que se pueda aportar 20 ó 30 bolivianos, es algo que permite comprar cinco kilos de arroz, dos kilos de azúcar, para las ollas comunes habilitadas en los campamentos, que albergan a las personas afectadas y damnificadas…”. Mons. Coter añadía que “la gente que trabajaba en El Chaco, talleres, no puede trabajar ahora, porque todo está inundado, no hay energía eléctrica en estos barrios por seguridad, algunos pozos de agua están contaminados, y hay que ayudarles para subsistir en estos campamentos, y después requerirán ayuda para recuperar sus viviendas…”. Ha dado las gracias por su generosidad a los que ya han enviado ayuda.