Salvar África con África: San Daniel Comboni

Salvar África con África: San Daniel Comboni

  • On 10 de octubre de 2023

OMPRESS-ROMA (10-10-23) Hoy se celebra la fiesta de San Daniel Comboni, canonizado hace 20 años por San Juan Pablo II, el Papa Francisco lo ponía hace unos días como ejemplo de celo apostólico y pasión por la evangelización y del que destacaba su amor y pasión por África.

El 15 de marzo de 1831 nació en un pequeño pueblo de la provincia del Trentino, entonces austríaca y después italiana, un niño de familia campesina y pobre al que llevaron a bautizar al día siguiente. Se llamaba Daniel Comboni, un nombre que quedó ligado para la historia con la actividad misionera en África. A los ocho años recibió la Confirmación de mano del obispo de Trento y más tarde entró en el seminario, donde se preparó para la ordenación sacerdotal y especialmente para ir a misiones. Su vida –murió a los 50 años– fue una continua dedicación a los pobres del continente negro, donde logró rescatar a muchos esclavos en diversos países. Fundador de las dos ramas de la familia Comboniana, fue el primer vicario apostólico de África Central. Murió en Jartum, Sudán, tras haber despertado a la Iglesia con su plan de “salvar África por medio de África”.

Con motivo de este 20 aniversario de su canonización, el Consejo General de los Misioneros Combonianos manifestando su gratitud como “herederos de su carisma y de su fervor apasionado por la misión, un don para nosotros y para toda la Iglesia misionera”. Animaban a todos los que comparten y aman el carisma de este gran misionero a vivir esta fecha y todo el mes misionero de octubre con una participación atenta al sínodo que se está celebrando en Roma y a implicarse activamente en la Jornada Mundial de las Misiones del próximo 22 de octubre: “para sentirnos más impulsados a vivir con renovado vigor nuestra pasión misionera, haciéndonos cada vez más ‘santos y capaces’, como quería San Daniel Comboni. De este modo, impregnados de este espíritu sinodal, queremos dar mayor energía y vitalidad a nuestra consagración ad gentes, ad vitam, ad pauperes y ad extra. Signos constitutivos de nuestro carisma”.

Como recordaba el Papa Francisco en su catequesis del pasado miércoles 20 de septiembre, la gran pasión misionera de San Daniel Comboni no fue fruto de un empeño humano, de valentía o de la motivación por valores como la libertad, la justicia o la paz. “Su celo nació de la alegría del Evangelio, ¡acudía al amor de Cristo y llevaba al amor por Cristo!”. Poco antes de fallecer en Jartum dijo: “Yo muero, pero mi obra no morirá”. Sus hijas e hijos combonianos hacen realidad esta frase con su entrega misionera y su amor por Cristo.

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