Recuerdo cariñoso de los misioneros fallecidos este verano
- On 8 de septiembre de 2025
OMPRESS-MADRID (8-09-25) Durante este verano han marchado a la Casa del Padre, tras haber dedicado su vida a cumplir el mandato de Cristo de llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra varios misioneros. Recordamos a cuatro de ellos, testigos de los muchos que de manera callada han sido ejemplo de entrega a la misión.
El 16 de julio fallecía a los 87 años de edad, en Lima, Perú, el padre Juan Álvarez. Marchó a la misión en el año 1970. Quienes le conocieron en sus últimos años le recuerdan por su sotana y su bastón, tras una vida de entrega incansable en su labor pastoral y sus largas horas dedicada al confesionario, a la dirección espiritual y a predicar retiros.
También fallecía en Panamá, el 25 de julio, en la fiesta de Santiago Apóstol, la madre Feliciana Díez García, religiosa de las Siervas de María. Fallecida a los 97 años de edad, llevaba 71 en América. Natural de Arbejal, en Palencia, siempre mostraba un espíritu jovial y con el don de gentes que poseía llevaba el bálsamo de la caridad a las familias, además de haber sido puente de salvación para muchas personas que la recuerdan con cariño.
El 13 de agosto fallecía un misionero de la Orden de San Agustín, de la Orden del Papa León XIV, Cipriano García Fernández. Fue prelado de Cafayate en Argentina desde 1991 al 2007. Nacido en Santibáñez de Tera, provincia de Zamora y diócesis de Astorga, desde 1957 desarrolló su actividad pastoral en Argentina, siendo destinado al Colegio San Agustín de Buenos Aires. Entre 1963 y 1966 fue prior de la comunidad y rector del Colegio San Agustín. También fue consejero viceprovincial. En 1969, el P. Cipriano fue destinado a la nueva Prelatura de de Cafayate, donde fue vicario general, secretario canciller y párroco de Cafayate y Santa María (Catamarca). En 1987, fue nombrado prior regional de los agustinos de Cafayate y Salta. En 1991 el papa Juan Pablo II lo nombró obispo de la prelatura. Su lema episcopal era: “Me desgastaré por vuestras almas”, que cumplió con alegría.
El 14 de agosto fallecía en Vitoria el carmelita descalzo Martín María Ariztegui. Nacido en Juarbe, Navarra. Tuvo una primera experiencia misionera en Guatemala, entre 1972 y 1987. Su segundo destino misionero lo llevó a Panamá desde 1987 al año 2005. En este país, además de una gran huella eclesial, el padre Martín dejó un grato recuerdo. Ocupó importantes cargos de responsabilidad como superior durante varios años e impulsó obras sociales y caritativas que, a fecha de hoy, siguen ayudando a miles de personas cada año.