OMPRESS-JAVIER (1-12-23) En este domingo, primero de Adviento, se celebra la Fiesta de San Francisco Javier, una oportunidad para recordar al patrono de las misiones que fue ejemplo de “misioneros apasionados, preparados para soportar fatigas y peligros inmensos, alcanzar tierras y encontrar pueblos con culturas y lenguas completamente desconocidas, impulsados solo por el fortísimo deseo de dar a conocer a Jesucristo y su Evangelio”. Son palabras del Papa Francisco en la catequesis que dedicó al santo de Javier, en la audiencia del pasado 17 de mayo, en la que la presentaba como modelo de evangelizadores.

El joven estudiante Francisco de Javier, tras encontrarse con San Ignacio de Loyola en París, en cuya universidad se formaba, comienza con este santo y otros compañeros la Compañía de Jesús. Será de 1541 a 1552 cuando discurra la parte “asiática” de su vida con su viaje misionero de Lisboa hasta la India, la estancia en este país (1541-1545), luego en las Islas Molucas (1545-1549), la llegada a Japón (1549-1552) y, finalmente, su muerte en Shangchuan, una isla frente a China, al sur de Macao y Hong Kong. Su intensa labor misionera estuvo siempre unida a la oración, a la unión con Dios. Dondequiera que estaba, cuidaba mucho de los enfermos, los pobres y los niños. Como decía el Papa en la catequesis de mayo “iba hasta las fronteras de la asistencia donde creció en grandeza”. Fue el amor de Cristo, que reflejan las numerosas cartas que escribió desde la misión, la verdadera fuerza que lo llevó hasta los confines más lejanos”. Su “aventura” misionera extraordinaria ha inspirado desde entonces miles de “aventuras” de muchos otros misioneros, incluso congregaciones – como los “javerianos”, entre otras–. Es el ejemplo del misionero, cuyas penas, renuncias y pruebas son vividas en la confianza, en la paz y en la alegría.

En muchas parroquias y comunidades se han organizado novenas, vigilias y se vivirá de manera especial la fiesta del santo. Una fiesta que se vivirá especialmente en Javier, su cuna, y en Goa, donde descansan sus restos y que recibirá miles y miles de peregrinos que ya han estado llegando durante la novena que tradicionalmente prepara la festividad en esta ciudad india. Los fieles del lugar se refieren a San Francisco Javier como el “Goencho Saib”, Señor de Goa y las celebraciones se concentrarán en la Basílica del Buen Jesús.

El Papa Francisco concluía su catequesis pidiendo “que san Francisco Javier que hizo esta gran cosa, en tal pobreza, y con tal valentía, nos dé un poco de este celo, de este celo para vivir el Evangelio y anunciar el Evangelio. A muchos jóvenes de hoy que tienen algo de inquietud y no saben qué hacer con esa inquietud, le digo: Miren a Francisco Javier, miren el horizonte del mundo, miren a los pueblos tan necesitados, miren a tanta gente que sufre, a tanta gente que necesita a Jesús”.