Presentación del Domund en la Santa Sede

  • On 22 de octubre de 2021

OMPRESS-ROMA (22-10-21) En la presentación de la Jornada Mundial de las Misiones, Domund, que tuvo lugar ayer en la Sala de Prensa de la Santa Sede, el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, insistió en que la fe que no se comparte se debilita.

“El encuentro con Dios que nos ha tocado el corazón y que ha realizado obras maravillosas no se puede guardar para nosotros”, afirmó el cardenal Tagle, exhortando a compartir el amor “que hemos experimentado” como don para los demás. El prefecto de la Congregación para la Evangelización de Pueblos, de quien dependen las Obras Misionales Pontificias, advirtió que “si no compartimos la fe, si la mantenemos en un grupo pequeño, se convierte en asunto de una élite y se debilita”. Los misioneros “están inspirados por el amor de Dios para salir de sí mismos, de sus miedos, para llegar a todas las naciones, geográficas y existenciales. Y esto por una razón fundamental: la gratitud. Debemos, por lo tanto, convertirnos en mensajeros de la compasión”.

El Evangelio se transmite a través de encuentros personales, apuntó en su intervención el arzobispo Giampietro Dal Toso, presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP) y subsecretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, destacando también la importancia de implementar caminos de iniciación cristiana. En su intervención recordó los importantes aniversarios vinculados al mundo misionero de 2022: los 400 años de la Congregación, los 200 años de la fundación de la primera obra misional, la Obra de la Propagación de la Fe, y los 100 años de la elevación a pontificias, de tres de las cuatro Obras Misionales. “En ese gran contexto celebraremos, en Lyon, el 22 de mayo próximo, la beatificación de Paulina Jaricot, fundadora de la primera Obra”, una mujer francesa, nacida en 1799, en una familia de adinerados trabajadores de la seda, que desde muy joven tuvo un enorme impacto en la vida de la Iglesia. Fue “una gran misionera, extraordinariamente moderna”. Paulina decidió ayudar a los misioneros con la oración y con las colectas: a los 19 años, en 1818, da vida a la colecta de fondos para la misión entre los trabajadores de su padre, una verdadera red organizada en la que los participantes se reúnen para donar e intercambiar noticias de las misiones. Pronto el sistema se extendió por Francia y Europa, y luego se institucionalizó con la creación de la Obra de la Propagación de la Fe, fundada oficialmente el 3 de mayo de 1822. “Podemos decir que quería involucrarse en la misión en tierras lejanas para evangelizar en tierras vecinas”, remarcó Mons. Dal Toso. “La aportación, que partió de esta intuición fue fundamental para la historia de las misiones en los siglos XIX y XX, porque involucraron básicamente a los fieles católicos y les dieron a conocer la misión”.

Tomando la palabra, sor Alessandra Dalpozzo, madre general de las Siervas Franciscanas de María, una congregación nacida en 1744, en Quadalto, en la provincia de Florencia, por tres niñas: las hermanas Annamaria y Apollonia Tani y Caterina Benelli. Estas religiosas y misioneras conjugan el espíritu de contemplación con el de apostolado en las parroquias, en las misiones populares, en la educación, en la pastoral juvenil y en la asistencia a los pobres y enfermos. Hoy están presentes no solo en Italia, sino también en Colombia e Indonesia. Desde 2010, dirigen dos internados en Timor para dar a un centenar de niñas la oportunidad de asistir a la escuela secundaria. También cuidan su crecimiento humano y espiritual en el momento crucial de la adolescencia. Mostrando algunas fotos, la hermana Dalpozzo también habla sobre la construcción de la capilla en su conjunto.

Fue una oportunidad para considerar las estadísticas relativas a la misión de la Iglesia. Se proporcionaron datos sobre el compromiso en el campo de la instrucción y la educación: la Iglesia gestiona 72.667 jardines de infancia en todo el mundo; 98.925 escuelas primarias; 49.552 escuelas secundarias. También apoya a 2.395.540 de alumnos de secundaria y 3.833.012 de estudiantes universitarios. Es importante destacar la presencia de institutos benéficos y asistenciales que gestiona la Iglesia en el mundo, y que incluyen, por citar algunos datos, 5.245 hospitales con mayor presencia en África y América; 14.963 dispensarios, principalmente en África y América. Y además, hospitales de leprosos, hogares de ancianos y personas con discapacidad, orfanatos y otros.

 

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