Presencia franciscana en Camboya, puente entre dos pueblos
- On 7 de mayo de 2024
OMPRESS-CAMBOYA (7-05-24) Fue en 2010 cuando los franciscanos vietnamitas aceptaron la invitación de establecer una presencia franciscana en Camboya. Los franciscanos atienden en este país de mayoría budista tres parroquias cuyos fieles en su mayor parte son de origen vietnamita. Según recoge el Secretariado para las Misiones y la Evangelización de la Orden, en las tres circunscripciones eclesiásticas de Camboya hay aproximadamente 20.000 católicos, entre camboyano jemeres y vietnamitas. Dadas las tensiones étnicas causadas por la guerra entre estas dos naciones en los siglos XVI y XVII, el superior de la comunidad franciscana de Tuolkrasang, fray Michael Nguyen Xuan Duc explicaba que “la discriminación y el odio entre estos dos pueblos todavía se sienten hoy. Esto provocó una división entre los fieles vietnamitas y jemeres. Además, la mayoría de los católicos en Camboya son inmigrantes vietnamitas, pero no tienen documentos legales para vivir en Camboya. Por tanto, la orientación pastoral general de la diócesis es hacia la evangelización, especialmente de los camboyanos locales”.
Esta realidad representa un gran desafío, especialmente para los frailes, ellos mismos vietnamitas, que trabajan en la pastoral tres parroquias a las que acuden fieles vietnamitas en su mayor parte. Como recoge la nota publicada por los frailes menores, según uno de los párrocos, fray Dau Tien Dung, “debido a esta tensión, la gente común y corriente tiende a no ser muy acogedora con nosotros, los sacerdotes vietnamitas, por miedo a que solo nos ocupemos del pueblo vietnamita, aunque en realidad nosotros cuidamos de todos”. La presencia franciscana quiere ser un puente de reconciliación entre estos dos pueblos, heridos por el pasado.
Los franciscanos atienden pastoralmente a dos grupos: en primer lugar, el grupo de los inmigrantes vietnamitas a los que no se les ha concedido el permiso camboyano de residencia. Por lo tanto, tampoco se les permite trabajar en oficinas o fábricas y, aunque tienen hijos nacidos en Camboya, no se les permite ir a la escuela. En segundo lugar, los colonos informales camboyanos, principalmente jornaleros contratados, que viven de la pesca en zanjas, estanques y lagos, prensando botellas y vendiendo comestibles en casa. Los franciscanos los atienden con dos guarderías, les consiguen beca, y les ayudan también en la construcción de viviendas y con ayudas económicas regulares para los ancianos y enfermos.