Pier Giorgio Frassati, el de las bienaventuranzas
- On 11 de junio de 2024
OMPRESS-ALCALÁ (11-06-24) El padre Arturo José Otero García, Delegado de Misiones de la Diócesis de Alcalá, acaba de publicar el libro “Pier Giorgio Frassati. Una vida seglar según las bienaventuranzas”, una semblanza de este joven, uno de los patrones de la JMJ de Lisboa, que será canonizado durante el Jubileo de 2025.
Nacido en 1901 en Turín, la familia Frassati era una de las más destacadas de la ciudad. Pier Giorgio, a pesar de ello, prefirió ser conocido como il “facchino dei poveri” (el portamaletas de los pobres). Como miembro de la Conferencia de San Vicente de Paúl visitaba a las familias más necesitadas para llevarles consuelo y ayuda material. Lo hacía por la mañana, antes de las clases en la Universidad, o por la tarde, cargado de paquetes, haciendo de “facchino”. Dinámico, tenaz, lleno de vida, a este joven de Turín le encantaba la poesía y el montañismo. Miembro de la Acción Católica tan activa en la Italia de su época, en 1922 también recibió el hábito de terciario dominico, asociándose al carisma de Santo Domingo pero viviendo en el mundo, rezando todos los días el Rosario, que llevaba siempre consigo. “Mi testamento –dijo una vez mostrando su rosario– lo llevo siempre en el bolsillo”. El 30 de junio de 1925, Pier Giorgio se quejaba de extrañas dolencias, migrañas y pérdida de apetito: no era una gripe banal, sino una polio fulminante que lo abatió en apenas cuatro días, el 4 de julio, para conmoción y dolor de su familia y muchos amigos y conocidos. Tenía solo 24 años. Fue en su funeral cuando se conoció cuánto le querían los pobres de Turín, que acudieron de manera multitudinaria.
En la homilía de su beatificación, que tuvo lugar el 20 de mayo de 1990, san Juan Pablo II lo llamó el hombre de las Bienaventuranzas: “A simple vista, el estilo de Pier Giorgio Frassati, un joven moderno y lleno de vida, no presenta nada de extraordinario. Pero esta es precisamente la originalidad de su virtud, que invita a la reflexión y nos empuja a imitarle. En él, la fe y los acontecimientos cotidianos se mezclan armoniosamente, hasta el punto de que la adhesión al Evangelio se traduce en una atención amorosa a los pobres y necesitados, en un continuo crescendo hasta los últimos días de la enfermedad que le llevará a la muerte. El gusto por la belleza y el arte, la pasión por el deporte y la montaña, la atención a los problemas de la sociedad no le impiden tener una relación constante con el Absoluto”.
Es para ahondar en esta enorme figura, por lo que el padre Otero acaba de publicar “Pier Giorgio Frassati. Una vida seglar según las bienaventuranzas”, en la editorial Edibesa. En este libro, prologado por el sacerdote Pablo Cervera Barranco, se explora la vida y el legado de este joven universitario lleno de pasión y alegría, un montañero que enfrentó dificultades en sus estudios y problemas familiares con valentía y fe.
Como explica Pablo Cervera en el prólogo del libro: “El trabajo de Arturo Otero no es directamente una biografía y ni siquiera una hagiografía. Se trata, más bien, de un estudio de teología espiritual en el que las verdades de la fe se concretan en la vida de este joven turinés: cómo el hombre acoge y vive la vida que Dios le comunica en Cristo”. En efecto, este libro es fruto del trabajo realizado por el padre Arturo Otero para alcanzar su licenciatura en Teología Espiritual por la Universidad Gregoriana, Roma, antes de partir como misionero a Chile, donde fue director espiritual del Pontificio Seminario Mayor de Santiago de Chile. La espiritualidad de Pier Giorgio puede ayudar a muchos jóvenes a buscar “la cumbre” a la que Jesús les llama, que para muchos será la vida misionera.