Papa Francisco: de la experiencia del amor surge la misión
- On 27 de marzo de 2025
OMPRESS-ROMA (27-03-25) Debido a la convalecencia del Papa Francisco, la oficina de prensa de la Santa Sede ha publicado el texto de la catequesis preparada para la Audiencia general de ayer 26 de marzo de 2025, en la que continúa el ciclo de catequesis dedicado a la vida de Jesús a la luz del tema del Jubileo. En esta catequesis el Papa se detenía en el encuentro de Cristo con la Samaritana, uno de los momentos en los que parece que Jesús “nos estaba esperando justo allí, en esa encrucijada de nuestro camino. Son encuentros que nos sorprenden, y al principio tal vez sentimos un poco de desconfianza: tratamos de ser prudentes y entender lo que está sucediendo”.
“Para ir a Galilea desde Judea”, continúa la catequesis, “Jesús podría haber elegido otro camino y no atravesar Samaria”, pero Jesús quiere pasar por allí, porque “quiere ayudar a esta mujer a comprender dónde buscar la verdadera respuesta a su deseo de ser amada”. Según el Papa Francisco, “el tema del deseo es fundamental para entender este encuentro. Jesús es el primero en expresar su deseo: «¡Dame de beber!». Con tal de entablar un diálogo, Jesús se muestra débil, así hace que la otra persona se sienta cómoda, hace que no se asuste. La sed es a menudo, también en la Biblia, la imagen del deseo. Pero Jesús aquí tiene sed ante todo de la salvación de esa mujer. «El que pedía de beber –dice San Agustín– tenía sed de la fe de esta mujer»”.
El Señor la sorprende al mostrar que conoce su vida, y le regala “la revelación más alta: le habla del Padre, que debe ser adorado en espíritu y en verdad” y que Él es el Mesías: “Es como una declaración de amor: Aquel a quien esperas soy yo; Aquel que puede responder finalmente a tu deseo de ser amada. En ese momento, la mujer corre a llamar a la gente del pueblo, porque es precisamente de la experiencia de sentirse amada de donde surge la misión. ¿Y qué anuncio podría haber llevado sino su experiencia de ser comprendida, acogida, perdonada? Es una imagen que debería hacernos reflexionar sobre nuestra búsqueda de nuevas formas de evangelizar”.
Además, señala el Papa Francisco, “como una persona enamorada, la samaritana olvida su ánfora a los pies de Jesús. El peso de esa ánfora sobre su cabeza, cada vez que volvía a casa, le recordaba su condición, su vida atribulada. Pero ahora el ánfora está depositada a los pies de Jesús. El pasado ya no es una carga; ella está reconciliada. Y lo mismo nos pasa a nosotros: para ir a anunciar el Evangelio, primero tenemos que dejar la carga de nuestra historia a los pies del Señor, entregarle la carga de nuestro pasado. Solo las personas reconciliadas pueden llevar el Evangelio. Queridos hermanos y hermanas, ¡no perdamos la esperanza! Aunque nuestra historia nos parezca pesada, complicada, tal vez incluso destrozada, siempre tenemos la posibilidad de entregarla a Dios y comenzar de nuevo nuestro camino. ¡Dios es misericordia y siempre nos espera!”.