Nuestra Señora de La Vang en los jardines vaticanos
- On 27 de mayo de 2025
OMPRESS-ROMA (27-05-25) Con motivo de la Solemnidad de María Auxiliadora, un grupo de religiosas salesianas y unos 200 fieles vietnamitas entre religiosas y laicos se han reunido en torno a la estatua de la Virgen de La Vang, una advocación vietnamita de la Madre de Dios, bendecida e inaugurada a finales de abril.
En una ceremonia presidida por el arzobispo Joseph Nguyen Nang, arzobispo de Saigón y presidente de la Conferencia Episcopal Vietnamita, se bendijo el pasado 29 de abril. La estatua de Nuestra Señora de La Vang está hecha en mármol blanco, originario de Quy Hop, en las montañas de Vietnam. Tiene 1,6 metros de altura, y fue esculpida por el artista Giuse Tran Van Giang, y transportada en avión a Roma. La imagen está situada en un lugar muy bello, cerca de la campana del Gran Jubileo del 2000. En los Jardines del Vaticano hay numerosas imágenes de la Virgen María procedentes de muchos países diferentes, realizadas en diferentes estilos artísticos, como Nuestra Señora de Guadalupe de México, Nuestra Señora de Luján de Argentina o, desde hace poco, Nuestra Señora de Corea.
Desde hace tiempo, la Iglesia vietnamita había expresado su deseo de que la imagen de Nuestra Señora de La Vang estuviera en los Jardines Vaticanos. La presencia de la Madre de Dios bajo esta advocación vietnamita en Roma ha querido ser una expresión de la plena comunión de la Iglesia en Vietnam con la Iglesia universal. Además es un recuerdo de la fidelidad a la fe de los fieles vietnamitas sin importar persecuciones ni contrariedades.
Según cuenta la tradición de la Iglesia vietnamita, la Virgen María se apareció por primera vez en La Vang en 1798, cuando comenzó la persecución de los católicos vietnamitas. Muchos católicos cerca de la ciudad de Quang Tri huyeron y buscaron refugio en los bosques profundos de La Vang. Allí se enfrentaron al hambre, la sed y las enfermedades. Se reunían bajo un baniano, las conocidas como higueras de Bengala. Allí estaban rezando juntos el rosario, cuando vieron a una bella mujer vestida con un largo manto, que sostenía en brazos a un bebé y a cada lado dos ángeles que sostenían lámparas. La reconocieron como la Virgen María. Nuestra Señora fue cariñosa, mostró misericordia y confortó a los fieles para que estuvieran dispuestos a soportar las dificultades. Añaden además, que les enseñó a escoger un tipo de hoja que había cerca para hervirla para hacer agua potable y curar enfermedades. La Virgen les dijo además: “He escuchado vuestras oraciones. De ahora en adelante, a quien venga a rezarme en este lugar, le escucharé”. Desde entonces hubo un flujo constante al lugar y al santuario que después se construyó en este lugar, un siglo después, a medio camino entre el sur y el norte de Vietnam. Por otro lado, la Madre de Dios se apareció en otras ocasiones mostrando su apoyo y dando su consuelo a sus hijos en su sufrimiento durante los años de persecución.