No me vendes los ojos para que pueda perdonarte
- On 20 de septiembre de 2023
OMPRESS-GIRONA (20-09-23) Ayer se cumplían 50 años del asesinato del sacerdote misionero Joan Alsina Hurtos en Chile. Por este motivo, la diócesis de Girona ha querido recordarlo ayer con una Eucaristía en la Iglesia de la Inmaculada de Figueres. Hoy a las 12:00h tendrá lugar otra en la Iglesia del Mercadal de Girona, y el sábado en la iglesia de Medinyà.
Alsina, uno de los tres españoles asesinados por la dictadura de Pinochet, dos de ellos sacerdotes, nació en Castelló d´Empuries, Girona, y tenía 31 años en el momento de su muerte. Tras su paso por el Seminario de Girona y por el Seminario Hispano Americano de Madrid para las misiones, Mn. Joan Alsina fue ordenado presbítero en 1965. Fue vicario de Malgrat de Mar hasta enero de 1968, cuando se marchó a Chile, donde se dedicó a la evangelización del mundo obrero y de los más vulnerables, como miembro de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana, la conocida OCSHA. En la capital del país fue cura de la Parroquia de San Ignacio y trabajó en el Hospital San Juan de Dios.
El 11 de septiembre de 1973, horas después de producirse el golpe, pidió a sus amigos de la Iglesia que, si lo detenían, no hicieran nada por él porque “quería compartir la suerte de los trabajadores”; de modo que se presentó a su trabajo en el Hospital de San Juan de Dios como cualquier otro día, y allí fue detenido. Tras su captura, fue golpeado, torturado y dejado inconsciente. Después, fue trasladado al Internado Nacional Barros Arana, y más tarde al Puente Bulnes, que cruza el río Mapocho, en la zona norponiente de la capital chilena, donde fue fusilado por orden de López Almarza con siete disparos. El soldado que lo mató, el recluta Nelson Bañados, que más tarde se suicidó atormentado por haber cometido este crimen, declaró que el sacerdote le dijo: “Por favor, no me vendes los ojos, dispárame de frente para que pueda verte y perdonarte”. Su cuerpo apareció en el Instituto Médico Legal de Santiago, el 27 de septiembre de 1973. Fue sepultado al día siguiente en el Cementerio parroquial de San Bernardo.