OMPRESS-SUDÁN (10-01-24) En abril de 2023 Sudán se hundió en el caos, con enfrentamientos entre ejército y rebeldes, que llevaron, según cifras de la ONU, a 2,5 millones de personas huyendo dentro y fuera de Sudán. El misionero comboniano Jorge Naranjo escribía el mismo 25 de diciembre contando cómo es la situación desde Port Sudan, en la costa del Mar Rojo.

“No es lo mismo celebrar la Navidad en un contexto pacífico que en un país lacerado por la guerra. Miles de habitantes de Jartum habían buscado refugio en Wad Medani, una ciudad situada 190 km al suroeste de la capital. El 15 de diciembre el refugio se convirtió en un campo de batalla semejante al que miles de personas había dejado en Jartum. Había que ponerse en movimiento de nuevo. De hecho las milicias tomaron la ciudad e iniciaron su ciclo ordinario de saqueo, intimidaciones, violaciones a mujeres, muerte… Tampoco la parroquia de Medani escapó a esta dinámica. Los dos sacerdotes que allí se encontraban huyeron con la gente 105 km más al sur hasta la localidad de Sennar.

El 22 las batallas entre los dos ejércitos tenían lugar 15 km al norte de esta ciudad y sus habitantes también se ponían en movimiento. Algunos hacia Rabak al oeste, otros hacía el sur y otros hacía el este con la idea de continuar hasta Port Sudan, donde yo me encuentro. Estudiantes, profesores, parroquianos, amigos en movimiento, miedo, incertidumbre sobre el futuro… son palabras que describen nuestra realidad.

Celebrar ayer la misa de la vigilia de navidad en medio de esta situación tiene un sabor especial y es algo que se agradece tanto pues sé que muchos en Sudán no pudieron gozar de tal celebración. Y en esta realidad concreta se encarna el Señor para traer paz interior en medio de la violencia externa, esperanza en medio de las incertidumbres sobre el futuro, y luz en esta oscuridad tan palpable. Feliz Navidad desde Port Sudan”.