Navidad en Níger: el canto de los pájaros y el lamento de los pequeños
- On 20 de diciembre de 2023
OMPRESS-NÍGER (20-12-23) El misionero Rafael Marco felicita la Navidad, en su nombre y en el de sus compañeros de la Sociedad de Misiones Africanas. Escribe desde su misión de Dosso, en Níger, un país que a su pobreza suma un duro embargo internacional tras el último golpe de Estado.
“Dosso, 19 de diciembre de 2023. Despacico y callandico… querría empezar otra vez con esa jota de la otra vez… ‘vengo a decirte que te quiero’. Tampoco es mucho decir, pero es verdad en este tiempo de confinamiento y de Navidad en el que este año se quieren juntar los dos aspectos: la discreción y el cariño.
Bueno, ahora me llega un proverbio tuareg que viene al caso, ‘la ciudad puede formar al hombre, pero el desierto al espíritu’. Es algo de lo que estamos viviendo actualmente en esta parte del Sahel acuciado por la violencia, la corrupción, nuevos intereses y viejos demonios que agitan las conciencias. Entonces, más vale ir de puntillas y con cautela. ‘Somos extranjeros (y algunos blancos) y hoy no nos apoya el ambiente del pueblo que nos mira con desconfianza y cierto rechazo después del golpe de estado que promovió un sentimiento patriótico y antioccidental’, nos decía el vicario general.
Hoy sopla un viento frío cargado de arena, soledad e inconsistencia que dejamos pasar como en tantas otras ocasiones con paciencia y la mejor bondad, siempre abierta y nunca resentida. Es nuestra condición. A pesar de todo seguimos trabajando como de costumbre. El otro día tuvimos un encuentro los miembros de la Sociedad de Misiones Africanas, compañeros misioneros de Gaya, Dutchí y Dosso, los únicos curas de la diócesis que estamos fuera de la ciudad de Niamey, para celebrar la Inmaculada y nuestra vocación misionera compartiendo nuestras actividades y proyectos.
Los de Gaya: Isidro, Alain y el seminarista angoleño Felix trabajando con los jóvenes, que son un montón por las escuelas de enfermería llenas de jóvenes benineses, el compromiso con la cárcel, que visitan con frecuencia, la atención a los niños malnutridos… y concluían diciendo que la situación económica y social de la gente es angustiosa. Van a empezar a construir pronto la iglesia.
En Dogon Dutchí están Sebastian, Agustin y Paul. Un equipo recién estrenado que van integrándose en la comunidad. Aprendemos la lengua, el hausa, las costumbres y tradiciones. Visitamos los pueblos con distancias muy largas. Estamos renovando la casa, aunque tenemos pocos medios. Colaboramos muy bien con las monjas ¡Felices de trabajar en esta misión!
En Dosso estamos León, un seminarista SMA, y yo. Es una comunidad compleja, la mayor parte emigrantes llegados de Benín, y desatendida durante varios años pero que parece que surgen buenas señales de cambio con las comunidades de base, el trabajo con los jóvenes. Una treintena de ellos estuvieron en las jornadas diocesanas de la juventud y volvieron encantados. Hemos iniciado una campaña de ayuda a las familias más necesitadas de la ciudad dada la hambruna que sufre la mayor parte de la población. Trabajamos también con los niños invidentes, ya llevamos varios años en ello.
En Niamey está Mauro, coordinador, que trabaja con emigrantes, se ocupa de una comunidad del extrarradio de la ciudad y en programas de formación de la diócesis.
Vamos a celebrar la Navidad y pedimos al Hijo de Dios que nos ayude a conquistar la paz y una mirada siempre serena y confiada para escuchar el canto de los pájaros y el lamento de los pequeños. Un abrazo fuerte”.