OMPRESS-INDIA (17-03-23) Se llamaba Sadhu Ittiyavirah. Antiguo estudiante jesuita, dedicó su vida a predicar de manera itinerante sobre todo en el estado indio de Kerala. Fue guía espiritual, escritor de renombre y reformador social que inspiró a muchas personas, que lo conocían como el “peregrino de Dios”. Sin embargo, Sadhu prefería que le llamaran el “vagabundo de Dios”.

Antes de ingresar a la provincia de Gujarat de la Compañía de Jesús, había estado en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Dejó la vida religiosa como jesuita, en Teología, solo nueve meses antes de ser ordenado sacerdote. Pasaría los siguientes 20 años viajando a pie por Kerala y otras partes de la India. Se calcula que habló en más de 60.000 lugares sobre el amor de Dios basándose en los clásicos de las principales religiones. Escribió más de 7.000 artículos para revistas y publicaciones periódicas y predicó en varios países, además de escribir 60 libros en inglés y 38 en malayalam. Tenía un estilo sencillo, directo y natural en sus alocuciones y escritos. Como resultado de sus viajes por el norte de la India, recibió el título de “Sadhu” (sabio). Falleció este miércoles, 15 de marzo, a tres días de haber cumplido los 101 años. Recibió el Premio Internacional Albert Schweitzer de Humanidades en 1981 y, en 1993, el Premio Alberione por los valores que transmitía en sus escritos.

El cardenal George Alencherry, arzobispo mayor de la Iglesia católica siro-malabar, declaraba ante su fallecimiento: “Sus discursos promovieron un despertar espiritual a los oyentes y sus visiones espirituales seguirán también influyendo en muchas personas en el futuro”. La Conferencia Episcopal de Kerala lo reconoció en su centésimo cumpleaños, en el 2022, como un profeta de amor predicó el Evangelio a través de sus palabras y obras y de su sonrisa.