Mons. Francisco Pérez: el Mes Misionero Extraordinario “en los pequeños detalles y acciones de cada día”

Mons. Francisco Pérez: el Mes Misionero Extraordinario “en los pequeños detalles y acciones de cada día”

  • On 26 de septiembre de 2019

OMPRESS-PAMPLONA (26-09-19) Mons. Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, en una carta a sus fieles, con motivo del Mes Misionero Extraordinario que comienza este octubre, les recuerda que “en los pequeños detalles y acciones de cada día, hemos de ser testigos del amor a Dios y al prójimo siendo tal vivencia lo que nos caracteriza como misioneros”.

Recuerda Mons. Francisco que el Papa ha convocado este mes porque, como dice él mismo, “hoy sigue siendo importante renovar el compromiso misionero de la Iglesia, impulsar evangélicamente su misión de anunciar y llevar al mundo la salvación de Jesucristo, muerto y resucitado”. Ante este reto, continúa el arzobispo de Pamplona, “es importante ponernos los bautizados en actitud de apertura evangelizadora. Nada hay más rico en el corazón del género humano que la salvación en Jesucristo. Las circunstancias actuales son complejas y muchas veces aparentemente infranqueables. Pero la sed que hay en el ser humano es muy fuerte”. Por eso, “la sociedad tiene derecho a que los bautizados nos remanguemos y llevemos el mensaje de Jesucristo con energía y valentía. Tienen derecho a escuchar la Voz del Maestro que nos ha dirigido a todos por el camino de la vida eterna. Todos estamos llamados para ser pertenencia de Dios. Si somos bautizados no es por méritos propios sino por puro don de Dios, pero mal viviríamos nuestro bautismo si lo encerráramos en una urna muy preciosa y no lo compartiéramos con los demás. Los dones de Dios se comparten puesto que Él ha compartido el amor Trinitario con nosotros, el mayor de los Dones y que no tiene precio”.

Por eso, insiste Mons. Francisco, “invito a todos los fieles de nuestra Diócesis de Pamplona y Tudela para que vivamos estos momentos de gracia y luz. Hoy ser misionero no se puede vivir sin reconocer que hemos recibido un gran don y es el Bautismo que nos configura y hace participar de la vida y encuentro con Jesucristo. No sólo hemos de realizar unos planes o programas que se nos presentan sino que, sobre todo, en los pequeños detalles y acciones de cada día, hemos de ser testigos del amor a Dios y al prójimo siendo tal vivencia lo que nos caracteriza como misioneros”.

 

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