Misioneros que enriquecen a la Iglesia brasileña
- On 30 de mayo de 2024
OMPRESS-BRASIL (30-05-24) Un grupo de 23 misioneros extranjeros de 14 países asisten al curso de iniciación a la misión en Brasil, promovido por el Centro Cultural Misionero de Brasilia, dependiente de la Conferencia Episcopal Brasileña. El objetivo, conocer el idioma y la cultura del país donde vivirán la misión. Esta semana el grupo de misioneros ha visitado la sede de la Conferencia Episcopal, como una cita obligada para conocer la realidad de la Iglesia brasileña.
Los misioneros llevan desde marzo asistiendo a este curso de 90 días que consta de dos módulos. Uno de estos misioneros es el sacerdote, de la familia de los Misioneros de la Redención, Jean Bosco, de Burundi, cuyo destino será la diócesis de Rondonópolis, en concreto, la parroquia de Jaciara, en el Mato Groso. El sacerdote burundés mostró su agradecimiento por el curso y el hecho de que la Iglesia de Brasil dé la oportunidad a los misioneros de mejorar su conocimiento de la lengua portuguesa y la cultura del país. Otra de las misioneras es la hermana comboniana Albertina Rosa Manoel Marcelino, de Mozambique, que calificó de muy positiva la experiencia del curso, que le ha brindado la oportunidad de conocer el país y también la vida de la Iglesia y la labor misionera. Además agradeció la oportunidad que daba el curso de conocer y visitar parroquias
El obispo auxiliar de Brasilia y secretario general de la Conferencia Episcopal, Mons. Ricardo Hoepers, recibió al grupo en la capilla de Nossa Senhora Aparecida, en la sede de la Conferencia. Tras explicarles la labor de este organismo episcopal les señaló que, de alguna manera, con la presencia de los 23 misioneros “el mundo pasa por aquí”. Conocieron todos los departamentos de la institución y la Oficina de Comunicación. El padre Tiago Ávila Camargo, director del Centro Cultural Misionero, señaló que el hecho de que los misioneros que hacen estos cursos sean de diferentes países y expresiones religiosas es una riqueza para la Iglesia brasileña. También es una oportunidad para “presentar el rostro de Brasil. Son grandes alegrías que vivimos en cada edición del curso”. Además, añadió, muestra el deseo de la Iglesia de Brasil de acogerles y sumarles a la labor de diócesis y parroquias.