OMPRESS-KAZAJISTÁN (28-10-22) “Misioneros por el mundo” vuelve este viernes a Kazajistán para mostrarnos el pequeño grano de levadura que son los misioneros en este inmenso país asiático de mayoría musulmana. Una iglesia pequeña que se sostiene, como todos los territorios de misión, con la ayuda de Obras Misionales Pontificias.

Los católicos son minoría en Shymkent, la capital de Kazajistán meridional (apenas el 0,6%), integrada mayoritariamente por una población musulmana. Allí se encuentra desde hace poco más de un año, el misionero argentino Esteban Curutchet, sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado, que atiende la parroquia junto al padre Lorenzo Senaccioli y la ayuda de una comunidad de hermanas, todos del mismo Instituto.

Los sacerdotes de dedican a la atención pastoral de la pequeña comunidad católica: Misa dominical, confesiones, visitas a enfermos, catequesis, etc. Estos sacerdotes siguen el método de Don Bosco, ofreciendo un ambiente de oración, juegos y también el aprendizaje de algún oficio. Muchos niños y familias sin fe llegan a la parroquia invitados por amigos del colegio, y se encuentran allí con Jesucristo, como Marat, que acaba de confirmarse y es el único católico en la familia. Marat ha conseguido que su madre musulmana se acerque alguna vez a la parroquia, por ejemplo, para la Misa de Navidad. Como dice el padre Curutchet, se trata de crear una comunidad cristiana que pueda ser fermento en la sociedad.

En Almaty se encuentra desde hace 25 años el padre Carlos Lahoz, un sacerdote de la Prelatura del Opus Dei, que es el ecónomo de la diócesis de la Santísima Trinidad en Almaty. Junto a él está otro sacerdote español, el padre Manuel López, que es el vicario regional del Opus Dei para todo Kazajistán y profesor del Seminario interdiocesano de Karaganda, “Maria Mater Ecclesiae”. Este es el único Seminario católico de Asia Central, y se sostiene, entre otros medios, gracias a la ayuda que recibe de la Obra Pontificia San Pedro Apóstol. En este momento hay dos jóvenes de Georgia, dos de Uzbekistán, uno de Rusia y cuatro de Kazajistán.

Los sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei ofrecen apoyo espiritual a los sacerdotes diocesanos que hay en el país, que son un grupo muy pequeño, y que no tienen tantas oportunidades de rezar y formarse juntos. La idea es crear “fraternidad sacerdotal” y que ninguno se sienta solo (hay sacerdotes que viven a 500 kilómetros del más próximo).

En un barrio en las afueras de Almaty, el padre Lahoz presenta al hermano Diego, franciscano, responsable de un comedor abierto cuatro días a la semana para los pobres o personas que atraviesan situaciones difíciles (en parte también debido a la crisis de Ucrania). El hermano Diego junto a sor Victoria, llegaron hace casi 30 años al país, y hoy con más de 85, siguen cuidando de los pobres y enfermos.

El programa concluye con la visita a la principal mezquita de Almaty y a la catedral ortodoxa de San Nicolás. Un apretón de manos entre el padre Lahoz y los respectivos responsables religiosos, musulmán y ortodoxo, expresa la buena relación entre las diversas religiones presentes en el país. Una convivencia alentada por el gobierno y cuyo modelo, al padre Lahoz, le gustaría que “se extendiera por todo el mundo”.

“Misioneros por el mundo” que Trece realiza con la colaboración de Obras Misionales Pontificias, se emite los viernes a las 21:30h. Una vez emitidos, pueden verse también en el canal de Youtube OMP en los Medios.